Morante de la Puebla ha anunciado su tercera retirada de los ruedos. El torero de La Puebla ha logrado que su nombre sea sinónimo de arte. Sin embargo, lo que ha logrado en los ruedos no parece suficiente para un matador con sus condiciones. El recorrido por una trayectoria de ida y vuelta, llena de tumultos, enfermedades, muchos apoderados, rarezas, manías y mucho arte puede desvelar las claves de este extraño caso. Morante nació para ser torero. Por ahí circulan las fotos de Rafemo de sus primeros pases en la finca de los Pérez de la Concha, cuando Rafael Sobrino y Bizcocho le llevaban a la tapia. Le apoderó Leonardo Muñoz, el padre de Emilio, que le puso en muchas novilladas con suma habilidad. Acabarían mal, lo que no puede extrañar a nadie, con Leonardo contando en público los novillos que le había afeitado.
– El sevillano ha anunciado su tercer adiós a los ruedos, después de los registrados en 2004 y 2007
– Esta retirada es una nueva etapa de una vida torera llena de acontecimientos. Estamos seguros de que es temporal y pronto volverá a vestir de luces, porque es un caso único de arte fuera y dentro de los ruedos
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