FERIA DE SAN MATEO

Valadez y Palomo, triunfal encuentro en Logroño

El mexicano le corta las orejas a un excelente novillo de La Quinta premiado con la vuelta al ruedo en un festejo en el que Cadaval y Toñete también tocaron pelo
Luis Ruiz
lunes 18 de septiembre de 2017

FOTOS DE CARMELO BETOLAZA DEL FESTEJO

Fotos: CARMELO BETOLAZA

Leo Valadez dio una vuelta al ruedo a la muerte del primero, un novillo de La Quinta pronto, fijo, noble y con un puntito de casta. El mexicano se salió bien con el animal por verónicas hasta el tercio antes de que el utrero empujara en el caballo y derribara en el primer encuentro. Pareció venirse un tanto abajo tras ese primer tercio, pero su buen fondo de casta le hizo venirse arriba. Lo más interesante de la labor muleteril de Valadez llegó toreando sobre la mano izquierda. Si bien no hubo una serie redonda -de ahí que la música no llegara a sonar- sí dejó algún natural muy estimable. Labor intermitente, pero con algún muletazo al ralentí. Por el lado derecho hubo menos entendimiento entre toro y torero. Valadez fue prendido en el primer viaje al entrar a matar, dejando en el siguiente una estocada de efecto fulminante.

Obtuvo el doble trofeo del cuarto, un excelente ejemplar premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre. Palomo fue un utrero en tipo, encastado y con una gran fijeza y bravura. Ya cantó sus cualidades en el largo recibo por verónicas de Valadez. Palomo acometía con buen tranco y humillaba tremendamente por los dos pitones. Tras un voluntarioso quite de Cadaval, Valadez replicó por vistosas lopecinas y arrancó la faena de muleta de hinojos en el centro del ruedo. Pronto se vio que aquello iba para triunfo. El novillo se arrancaba de largo, con alegría, fijeza y humillación, dándole torera réplica el mexicano con series largas y templadas a derechas. La labor fue a más y con la izquierda aún subió más de tono. Exacto el giro de muñeca de Valadez, que toreó al natural con empaque y verdad. Una serie resultó tremenda. Aunque el novillo tampoco era la tonta del bote, se permitió interpretar al final un toreo algo más galerista antes de dejar una estocada hasta la bola, casi sin puntilla. Gran novillo y gran novillero.

Alfonso Cadaval también recorrió el anillo tras la lidia del segundo, al que mató de una estocada contraria de rápido efecto. Anduvo correcto con el capote en un primer tercio en el que el novillo puso lastimarse seriamente en un topetazo al rematar contra un burladero. La labor del sevillano fue, como el novillo, de más a menos. Aun así, dio tiempo a que en los primeros compases Cadaval mostrara un buen corte de torero, saliéndose hasta el tercio con el animal con mucho gusto. Luego, tras dos avisos por parte del novillo por el lado derecho, fue alternando los pitones sin lograr que su faena terminara de tomar verdadero vuelo.

Cadaval paseó una oreja de ley ante el quinto, un novillo cambiante por momentos, pues resultó muy complicado de lidiar en los primeros tercios, mostrándose huidizo, manso, con mucho peligro y casi sin picar, hasta que Cavadal se hizo con él en la muleta. Era un examen importante para el sevillano y a fe que lo superó con nota. Se centró pronto, lo metió en el canasto y su labor resultó francamente emocionante, muy de aficionado. En cada pase todos contuvimos la respiración. No se arredró el torero y convirtió el genio en casta buena. Sacó nota alta. Oreja de verdad, importante.

Toñete logró una oreja del tercero, un novillo noble al que le costaba desplazarse. Se metió con él el joven espada, mostrando ganas aunque, también, las carencias propias de un novillero. Se atisbó también el buen concepto del toreo que atesora, echando la muleta adelante. En la corta distancia estuvo a punto de sufrir algún susto, pero la nobleza del de La Quinta permitió estar al novillero entre los pitones. La gente fue entrando poco a poco en calor y, tras dejar una estocada casi entera en muy buen sitio, el novillo dobló rápido y Toñete recibió el premio.

El sexto humilló bien en el capote de Toñete antes de entrar dos veces al caballo llevando a cabo una pelea espectacular, metiendo la cara abajo y derribando una vez. Luego, a la muleta llegó con una embestida noble y fija, pero el torero no terminó de acoplarse a ella. Quiso torear con lentitud, pero faltó mayor limpieza. Mató de pinchazo, casi entera y tres golpes de verduguillo, siendo silenciado.

Logroño, lunes 18 de septiembre de 2017. Primera de la Feria de San Mateo. Seis novillos de La Quinta. Correctos de presencia, aplaudidos de salida primero, segundo, quinto y sexto. Nobles y fijos 1º, 3º y 6º. Deslucido el 2º. Cambiante y con cierto peligro el 5º. Excelente el 4º, Palomo, nº 106, cárdeno oscuro coletero, nacido en 11/13, de 482 kilos, premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre. Leo Valadez, vuelta al ruedo y dos orejas; Alfonso Cadaval, vuelta al ruedo y oreja; y Toñete, oreja y silencio tras aviso. Entrada: Un cuarto.

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