Fotos: ISMA SÁNCHEZ
Antes de que saltara al ruedo el primer toro de la tarde, el público tributó una cariñosa ovación a Padilla que recogió desde el tercio. El toro de Bañuelos que abrió festejo fue un animal que careció de raza y pecó de cierta sosería. A Juan José Padilla no se le vio entregado en ningún momento. No puso banderillas y su faena, de corto metraje, careció de relieve.
Juan José Padilla cortó la oreja con fuerza al cuarto de la tarde, que bien pudieron ser dos de haber estado acertado el puntillero. El jerezano protagonizó una actuación plena de entrega y que mantuvo una gran conexión con el tendido. Brilló Padilla con las banderillas y en una faena de entrega e intensidad.
El segundo de la tarde fue devuelto a los corrales tras partirse un pitón al rematar en un burladero. El sobrero, también de la ganadería de Bañuelos, presentó ciertas dificultades a las que puso aparente fácil remedio la buena técnica administrada por Antonio Ferrera. El extremeño anduvo poderoso con el capote e intentó el lucimiento con la muleta. Mató de pinchazo y media estocada.
Antonio Ferrera paseó una merecida oreja del quinto, un toro de Bañuelos de buen comportamiento. El extremeño fue ovacionado en un quite con el capote antes de instrumentar una faena de mucho asiento y toreo despacioso sobre ambos pitones, perfectamente rematada.
El tercero de la tarde fue un toro que no terminó de romper en ningún momento. Embistió sin entrega y se agarró mucho al piso. Luis David lo intentó con voluntad, pero el de Bañuelos no ofreció opción de lucimiento. Mató de estocada.
El sexto fue un toro muy desrazado y de escasa fortaleza que no ofreció opciones de lucimiento a un Luis David que se marchó inédito.
Palencia. Viernes 31 de agosto de 2018. Feria de San Antolín. Toros de Antonio Bañuelos, (el 2º como sobrero), bien presentados y de juego irregular. Aplaudidos en el arrastre 1º, 2º y 4º. Juan José Padilla, silencio y oreja; Antonio Ferrera, silencio y oreja; Luis David, silencio y silencio. Entrada: Media plaza
