No quiero dejarme llevar por la emoción que brota a raudales por todos los poros de mi cuerpo, tras presenciar una corrida de esas que justifican un arte en el que el mayor colaborador de la obra del artista muere cuando esta finaliza. Perdóneseme si utilizo eufemismos poético-sentimentales, pero si el día que para mí acabe todo y vaya allí adonde Dios quiera enviarme, que se me permita de vez en cuando ver desde una nube invisible una tarde como la de hoy en la Feria de Sevilla, si es que en mi vida he hecho algo merecedor de premio.
Como la crónica de Carlos Crivell, pormenorizada y taurina como pocas, dará cuenta aquí al lado de lo que ha ocurrido toro a toro en esta tarde que algunos calificaran de “tarde histórica”, me dejare llevar por los vericuetos del corazón ya que la de hoy ha sido una “tarde para los sentidos”, un goce impagable para los que llevamos en el alma el espíritu de la fiesta de los toros. Morante ha levitado sobre el rubio albero de La Maestranza con una entrega y una torería extraordinarias. El de La Puebla estaba en gracia de Dios y los tendidos, llenos a rebosar, se han rendido a ese halito de espiritualidad que desprende su toreo. Con el capote sublime, con la muleta genial, pero ha habido media verónica en su primer toro que si la ve Miguel Ángel, baja del cielo y la esculpe en mármol de Carrara y adiós muy buenas a su célebre Pietat. ¡Hasta la espada la ha manejado, no digo como Martin Agüero, pero por ahí anduvo la cosa! Y puestos a echar la casa por la ventana ha vuelto a resucitar el galleo del Bu que popularizó Joselito “El Gallo” aunque lo inventara el hermano de Frascuelo.
Los toreros como Morante no mueren nunca, pero por si un día decide poner fin a su reinado, si lo que yo he visto esta tarde no ha sido un espejismo con Pablo Aguado, ya tiene sucesor en el corazón de los aficionados sevillanos, que se han rendido al joven torero. Gracia, temple, armonía, suavidad y valor para torear con esos argumentos le han puesto en las manos cuatro orejas y le han abierto de par en par la Puerta del Príncipe. Puede que hoy hayamos vistió nacer un mito. ¿Caben dos mitos al mismo tiempo en Sevilla? Esa es la gran pregunta. ¿Tendrá Serva la Barí el corazón tan grande para que le quepan dos toreros como Morante y Aguado? Si lo que se ha visto hoy en el ruedo maestrante no ha sido un sueño, que se prepare la afición taurina a apretarse para que quepan los dos.
Y Roca “Torrente” Rey… Porque esta Feria de Abril en mayo de la ciudad del Betis, el peruano ha sido un auténtico torrente de valor, entrega y ansias de triunfo. Vaya tres lebreles disputándose las palmas esta tarde en Sevilla. Y qué corrida de toros de Jandilla. A Borja Domecq se le escapaban las lágrimas y a su hijo le faltaban palabras para explicar su emoción de ganadero joven, y por las muestras, de éxito. Bueno, y me voy a la cama a soñar verónicas de alhelí y naturales de terciopelo, porque la tarde ha sido para soñarla y que no lo despierten a uno hasta que le garanticen que verá otra parecida.
