La segunda corrida de la Feria de Ambato se saldó con dos orejas que cortaron Octavio Chacón y Gómez del Pilar -una por coleta-, ambos debutantes en plazas ecuatorianas, merced a su entrega y paciencia. El ecuatoriano Martín Campuzano se fue de vacío, pero regaló algún pasaje brillante. Con un tercio del aforo permitido, se lidiaron toros de Albaserrada, mansos, huidizos y alguno peligroso, sin que ninguno se prestara al lucimiento.
Lanceó bien Octavio Chacón a su primero, al que le hizo una labor de aguante y entrega con naturales esmerados. Y valor, que es su credencial para pisar terrenos comprometidos entre los pitones. Leyó bien las dificultades del toro y le sacó partido. Estocada casi entera y delantera que tumbó al toro sin puntilla. La fuerte petición tardó en atenderla el presidente, pero finalmente Chacón emprendía una vuelta al redondel con el trofeo.
El corto recorrido del cuarto apenas permitió lucimiento al torero de Prado del Rey, que saludó por verónicas y delantales. Buen inicio de faena muletera, derechazos sorteando las malas ideas del toro y naturales del mismo corte para volver a tomar la flámula en la derecha y esquivar los hachazos de la res. Por naturales contagió al tendido, pero los tornillazos impedían el lucimiento. Pinchazo, estocada entera y tendida.
El segundo de la tarde echó las manos por delante y se defendió desde las primeras de cambio sin permitir lucimiento alguno. Acudió cuatro veces al caballo y fue buscado por el piquero en todos los terrenos, pero no se entregaba. Martín Campuzano se dobló bien y procuró algunos muletazos de mérito, pero el toro se vencía al cuerpo del diestro. Lo cazó con una estocada caída.
En el quinto, el quiteño conjuntó algunas verónicas ante una embestida sosa que terminó con acusada tendencia a la querencia natural. Tras un entonado inicio con la franela, los derechazos fueron conseguidos y suaves, y arrancó algún natural de mérito. Pinchazo, media estocada, otro pinchazo y tres cuartos de espada.
La disposición de Gómez del Pilar, quien llegó en sustitución de Manuel Escribano, fue manifiesta desde las tres primeras largas cambiadas de recibo al tercero de la tarde. Una serie de verónicas cosida a chicuelinas precedieron a la serpentina de remate. Quite por delantales cerrado con una larga cordobesa entre el entusiasmo del público. Del Pilar se fue de rodillas, el público se prendió en salvas de aplausos y aunque el marrajo se rajó, el torero no claudicó y se fue tras su enemigo a la querencia para volver a dejarse caer rodillas en tierra. La faena careció de continuidad por la descolorida embestida del toro, pero la entrega del diestro fue desbordante y en el toreo de cercanías la porfía le valió una fuerte voltereta sin llegarle a herir. Estocada entera, desprendida, dos golpes de verduguillo y oreja celebrada. Algunos espectadores aplaudieron al manso en el arrastre.
A portagayola se fue el madrileño a recibir al sexto y aunque el entusiasmo del torero era desbordante el toro se rajó desde las mismas verónicas de recibo. El pupilo de Albaserrada fue andarín, pese a ello Gómez del Pilar ejecutó un lucido quite por zapopinas rematadas con una media rodilla en tierra. Sentado en el estibo recibió con la muleta al toro y luego de tres muletazos se dobló bien y remató con un muletazo del desprecio. Consiguió algunos muletazos estimables por el pitón derecho y logró conectar con el público al que regaló tres molinetes de adorno. Perdió algún trofeo por el fallo con el acero. Metisaca, estocada caída y tres cuartos de espada recetando un volapié. Aviso y palmas al torero.
Ambato (Ecuador), lunes 28 de febrero de 2022. Toros de Albaserrada, mansos, huidizos y alguno peligroso. Octavio Chacón, oreja y ovación con saludos; Martín Campuzano, silencio y silencio; Gómez del Pilar, oreja y palmas tras aviso. Entrada: Un tercio.
