El Auditorio Ciudad de Vera, de más de seiscientas personas, se llenó hasta la bandera para rendir homenaje al maestro José Ortega Cano este domingo en el comienzo de la XVIII Semana Cultural Taurina de esta localidad almeriense. Un entretenido y completo acto con una asistencia pocas veces lograda en convocatorias como ésta.
El objetivo del reconocimiento era ensalzar el talante y la muy buena condición humana de Ortega Cano, expresada en su permanente y solidaria actitud de torear desinteresadamente en multitud de festivales y corridas de carácter benéfico, lo que fue destacado por el presentador del acto, el periodista Juan Miguel Núñez, que manifestó: “La caridad y el espíritu solidario está en el apellido Cano”, a quien respondió la superiora en Vera de la Orden Franciscana, Sor Luisa Ana, con palabras de agradecimiento por dar visibilidad a la tarea que llevan a cabo de ayudar a los más necesitados.
En este sentido, Ortega Cano cedió los honorarios completos de cinco corridas que toreó seguidas para aliviar el hambre tremenda que padeció Ruanda por la implacable sequía del verano del 94. Además, otras muestras de ejemplar espiritualidad, como la audiencia papal que tuvo junto a su madre, doña Juana, con Juan Pablo II; las estaciones de penitencia como costalero en Semana Santa y el Camino de Santiago que también hizo como peregrino.
En el acto fue resaltado el estrecho vínculo que el diestro cartagenero mantiene con la ciudad de Vera, donde nació una tía-bisabuela suya religiosa, la Madre Paula de Jesús Gil Cano, fundadora de las Hermanas Franciscanas de la Purísima Concepción, en actual proceso de Beatificación. Y por ello, el torero se comprometió a venir más a Vera, “para apoyar la beatificación de Sor Paula; y porque esta es una ciudad de sumo encanto, por sus rincones y espacios naturales, y por la nobleza y familiaridad de su gente”.
Finalmente el alcalde de Vera, Alfonso García Ramos, agradeció la presencia del diestro en la ciudad: “Es un lujo tenerle entre nosotros por la importancia que proyecta su imagen de figura del toreo, y porque también en esos vínculos afectivos que mantiene con Vera cuenta que lidió el primer toro que saltó al ruedo en la reinauguración de nuestra Plaza, el 25 de septiembre de 1997 después de haber permanecido cerrada y con riesgo de desaparecer durante trece años”.
En uno de los pasodobles que amenizaban el acto “se arrancó” Ortega Cano para torear con el capote como los mismos ángeles. El Auditorio se venía abajo aplaudiéndole. “Vera tiene una historia muy ligada a la tauromaquia, no en balde nuestra plaza es la más antigua de toda Almería, y queremos seguir potenciando el toreo y su cultura con eventos como éste, por el que hay que felicitar al Foro Cultural y Taurino que lo organiza”.
