DECLARACIONES

Roberto Cordero abandona el hospital: “Hoy empezamos otro camino largo y difícil, pero seguro acabará bien”

Redacción APLAUSOS
viernes 27 de septiembre de 2024

Once días después de su ingreso en el Hospital Juan Carlos I de Móstoles el novillero Roberto Cordero comienza a ver la luz al final de túnel después de recibir el alta hospitalaria esta tarde tras la grave cornada que sufrió el pasado 16 de septiembre en Cadalso de los Vidrios (Madrid).

Emocionado, a la salida del Hospital, comentaba en su perfil de Twitter: “Ya estamos en casa. Muchas gracias a todos por el apoyo en estos días tan difíciles. Hoy empezamos otro camino largo y difícil, pero que seguro acabará bien. Nos vemos por Cadalso”.

Como ya informó Aplausos, Cordero se debatió entre la vida y la muerte después de que un eral le arrancara la femoral, lo que hizo necesaria la colocación de un by pass para mejorar el riego sanguíneo de su pierna, por la que también se temió durante los primeros días aunque finalmente las noticias fueron esperanzadoras.

Nuestro compañero Jorge Casals habló entonces con su padre, que con entereza relataba los duros y escalofriantes momentos vividos en la plaza y en la enfermería aquel día de la fatídica cornada: “Se han vivido momentos críticos en las últimas horas. El lunes se llegó a temer por su vida. Los médicos se la salvaron, pero no tenían tan claro que pudiesen salvar la pierna. Mi hijo tiene toda la pierna abierta desde la ingle hasta el tobillo, es para evitar que los músculos, al recibir ahora más sangre, se expandan y presionen las arterias”. Entonces las próximas horas eran claves para determinar si se podía o no salvar la pierna.

SALVAR LA VIDA

Las primeras informaciones que llegaron desde la plaza descartaban una lesión vascular. Algo que no dejaba de sorprender, pues la herida arrojaba un caudal de sangre relevante. Más tarde se confirmó, ya desde el hospital, que la cornada había afectado a la femoral. Ante tal contradicción en la información de los partes, preguntamos a Roberto Cordero si se actuó correctamente en el quirófano móvil de la plaza de toros de Cadalso de los Vidrios: “Quizá no nos dijeron lo de la femoral para no asustarnos, pero ellos eran conscientes de la gravedad. La cirujana, que ahora no recuerdo su nombre, le salvó la vida. Si no es por ella, hoy estaría enterrando a mi hijo”.

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