Cuarta de abono en El Puerto de Santa María

Roca Rey, sin frenos, encadena otra tarde redonda en El Puerto

Juan Luis Adrada
domingo 04 de agosto de 2024
Morante, que firma la obra más artística en el cuarto y Ginés Marín, que deja una asentada actuación, cortan una oreja cada uno

Abrió la tarde Juguetón, un castaño bajo, estrecho de sienes y con la carita y fuerzas justas para permitir que Morante de la Puebla anduviera fácil con él dejando momentos de gran brillantez, cargados de esencia torera pero faltos de emoción. Suerte que el toro no se apagó y mantuvo ese son pastueño de ir y venir y, de este modo, nos dejó ver las pinceladas propias de Morante. No cogió vuelos la faena y tras estocada y golpe de cruceta el torero fue ovacionado y el toro pitado.

De similares hechuras, pero más justo de cara y con mejor aire estuvo Jergoso al que Roca Rey pudo lancear de capa cómodo y con gusto y con el que anduvo sobrado en la faena de muleta. Le faltaba un puntito de chispa pero no tuvo mal son. Faena en los medios por ambos pitones dejando estar al peruano que le bailó con absoluto mando. Se lo sacó andándole a los medios y cerró metiéndose más en cercanías. Sobrado con la espada, cortó la primera oreja de la tarde ante un toro que escuchó palmas en el arrastre.

Más intensidad tuvo la labor de Ginés Marín con Zalamero, un toro algo mas cuajado y con algo más de cara que tuvo movilidad y raza para perseguir los vuelos. El puntito que le pudo faltar al toro lo puso Ginés en una faena también por ambos pitones y rematada con una serie por el lado derecho que subió la temperatura de los tendidos. Remates muy toreros y maciza en conjunto la actuación del torero que intentó mantener en los medios al toro pero que fue poco a poco cayendo al tercio. Gran estocada y oreja incuestionable para el diestro.

Desde luego cuando Morante pone a relucir las muñecas moviendo el capote, que difícil resulta encontrar algo mejor. Lanceó de manera magistral a Espantoso, con una cadencia de excepcional suavidad e intentó replicarse a sí mismo en el quite tras el puyazo. Lástima que durase tan poquito el toro. La faena fue breve pero cargada de momentos plagados de torería. Comenzó ayudándose por alto, rematando por bajo, acompañando con la cintura, todo nos hacía presagiar un cante grande. Pero fue recortando el viaje el toro un tanto brusco en sus acometidas, aun así, Morante tuvo tiempo de dejarnos varias series cargadas de sustancia que alimenta los paladares exquisitos. Fue pronto por la espada viendo venir la decadencia del toro y anduvo certero con ella. Oreja para el de La Puebla.

Emplazado salió Rescoldito, algo más alto y engatillado de cuerna, al que Roca Rey enjaretó un airoso recibo de capa que encontró continuidad en un quite por gaoneras, más recortadas que toreadas, pero que encontraron calado en los tendidos. Brilló la cuadrilla en banderillas y Roca procuró mantener esa temperatura que se palpaba en los tendidos. Arrancó con su habitual y vibrante trasteo de rodillas sacándoselo por la espalda y fue comiéndole terreno conforme se le encendía la lucecita roja de la batería al buen toro de Cuvillo que, sin ser especialmente destacable, tuvo movilidad y vibración en sus embestidas. Andrés acabó metido entre los pitones del toro con parte de los tendidos de pie y cerró con una estocada desprendida. Aún así, dos orejas para el peruano y llamativa estampida de público de los tendidos, suponemos que por la hora…

Luminoso no puso mucha luz para cerrar la noche (rondamos las 11 de la noche) pero sirvió para que Ginés Marín echase toda la carne en el asador desde el alegre recibo de capa. Dejó muy crudo al toro pero su condición tampoco ayudó en la muleta. En los primeros pases de cada serie arrancaba con violencia y en los siguientes se apagaba. Optó Ginés por meterse pronto en sus terrenos y tirar de circulares al uso por la espalda metiéndole los muslos en los pitones. Tuvo momentos álgidos pero un pinchazo, la estocada, y el golpe de verduguillo le dejaron sin premio ante un público que por segunda noche rondaba las tres horas de festejo.

El Puerto de Santa María. Domingo 4 de agosto de 2024. Toros de Núñez del Cuvillo, bien presentados, justos de cara 1º, 2º y 3º, mejores el resto. Nobles, al límite de raza, bueno el quinto. Morante de la Puebla, ovación y oreja, Andrés Roca Rey, oreja y dos orejas, y Ginés Marín, oreja y palmas. Entrada: Más de tres cuartos. Saludaron tras parear al cuarto Curro Javier y Viruta, y Paquito Algaba en el quinto.

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