ENTREVISTA
Roberto ayudando a su hijo a vestirse de toreroRoberto ayudando a su hijo a vestirse de torero

“Si no es por la cirujana de Cadalso, hoy estaría enterrando a mi hijo, pinzó la arteria con sus manos”

Jorge Casals
miércoles 18 de septiembre de 2024
Desgarrador relato del padre de Roberto Cordero, novillero herido de gravedad en Cadalso de los Vidrios: "Se temió por su vida. El equipo médico viajó con él en la ambulancia porque temían que entrase en parada, había perdido mucha sangre"

Roberto Cordero, padre del novillero del mismo nombre que este lunes se debatía entre la vida y la muerte después de que un eral le arrancase la arteria femoral en Cadalso de los Vidrios, pasa interminables horas, junto a su mujer, en la sala de espera de la UCI del Hospital Juan Carlos I de Móstoles, pendiente de la evolución de su hijo. Tras una segunda operación necesaria para recuperar el riego en la pierna, las noticias son algo más esperanzadoras. El pie tiene pulso y el novillero ya está consciente. La operación ha sido un éxito, los médicos tuvieron que colocar un nuevo bypass desde la rodilla hasta el pie para mejorar el riego sanguíneo en la parte inferior de la pierna y evitar la aparición de trombos.

“Son noticias esperanzadoras, vamos quemando etapas aunque hay que ser prudentes”, asegura el padre, quien relata con dureza que “se han vivido momentos críticos en las últimas horas. El lunes se llegó a temer por su vida. Los médicos se la salvaron, pero no tenían tan claro que pudiesen salvar la pierna”. La evolución es lenta. Las heridas permanecen abiertas todavía. Según Roberto, “mi hijo tiene toda la pierna abierta desde la ingle hasta el tobillo, es para evitar que los músculos, al recibir ahora más sangre, se expandan y presionen las arterias, según nos han informado los médicos”. Ahora toca esperar. Las próximas horas son claves para determinar si se puede o no salvar la pierna.

SALVAR LA VIDA

Las primeras informaciones que llegaron desde la plaza descartaban una lesión vascular. Algo que no dejaba de sorprender, pues la herida arrojaba un caudal de sangre relevante. Más tarde se confirmó, ya desde el hospital, que la cornada había afectado a la femoral.

Ante tal contradicción en la información de los partes, preguntamos a Roberto Cordero si se actuó correctamente en el quirófano móvil de la plaza de toros de Cadalso de los Vidrios. “Quizá no nos dijeron lo de la femoral para no asustarnos, pero ellos eran conscientes de la gravedad. La cirujana, que ahora no recuerdo su nombre, le salvó la vida. Si no es por ella, hoy estaría enterrando a mi hijo. Tengo ganas de verla, abrazarla y darle las gracias. Me dijeron que pinzó la arteria con sus propias manos, como si tratara de cortar el agua de una manguera. De hecho, cuando lograron estabilizarlo, todo el equipo médico viajó en la ambulancia junto a mi hijo hasta llegar al hospital porque era muy probable que pudiese entrar en parada cardiorrespiratora, había perdido mucha sangre. Roberto se debatía entre la vida y la muerte”, relata con desgarradoras palabras el padre.

Una vez más, los médicos evitaron una tragedia. Roberto Cordero salvó su vida, toca ahora esperar para ver si puede salvar también su pierna izquierda.

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