-Alejandro Talavante, líder del escalafón 2025. Suena bien…
-Haber toreado un número tan alto de corridas de toros significa que he participado en la mayoría de las ferias clave de España y Francia, aunque nunca ha sido mi prioridad porque lo cierto es que para mí siempre han estado otras cosas antes que ser el primero del escalafón. Antiguamente, quedar primero tenía más relevancia pero ahora la importancia es el mensaje que transmites cuando toreas por encima de los números o la clasificación.
-¿Y cuál es ese mensaje?
-Desde siempre ha sido que los aficionados me tengan catalogado como un torero diferente. Y creo que cada temporada se refuerza más esa idea. Soy un torero con personalidad y puedo llegar a ser un torero diferente cuando me encuentro a gusto.
-¿De lo conseguido esta última temporada a qué le da más valor?
-A muchas cosas. En el toreo cada tarde tiene su importancia. Cuando sales de una tarde en la que acabas satisfecho, al día siguiente tienes otro compromiso en el que también haces todo lo posible y pones todo de tu parte para salir satisfecho. El hecho de asumir un compromiso hace que ya sea importante. Para mí, desde luego, haber podido triunfar en las tres plazas que marcan la temporada y haber podido hacer grandes faenas en Sevilla, Madrid y Bilbao me ha llenado mucho. Son tres pilares angulares de la temporada para un torero.
"Siempre he pensado que nunca he tocado techo aunque he enseñado grandes cosas"
-¿Un torero saca lo mejor en su madurez aunque por el camino pierda la capacidad de sorprender?
-Depende de las condiciones que tengas como torero. Yo, sinceramente, siempre he pensado que nunca he tocado techo aunque he enseñado grandes cosas. En cada etapa de mi carrera he podido sorprender de manera que los aficionados a veces siento que están viendo a un torero prácticamente nuevo. Trato de que mis faenas, ya no solo temporada tras temporada sino día a día, no se parezcan la de hoy a la de ayer. A mí eso es lo que me motiva para seguir toreando, me dejo llevar por lo que te inspira, tratando de torear con sentimiento, y cuando eso sucede hace que te muestres diferente.
-Desde su vuelta a los ruedos ha comentado estar en una evolución para llegar a torear cómo.
-Pues no lo sé… ya digo que no he tocado techo y el día que lo toque ojalá sea porque la fuerza física no me acompañe, ahí será cuando esté llegando mi final. No me considero un torero muy físico porque baso todo mi toreo en las muñecas y en la cintura, pero me encuentro con la fuerza espiritual necesaria para seguir buscando ese techo que todavía no he alcanzado.
-¿Lleva la cuenta de cuántos toros ha indultado este año?
-No.
-Son siete: cinco en España y dos en América.
-La tarde de Marbella fue la más surrealista que he vivido como torero indultando dos toros del maestro Juli. Es anécdotico pero cuando lo pide todo el mundo… me he quedado sorprendido por ese número tan alto.
-¿Cómo ha visto al toro este año?
-La ganadería está evolucionando muchísimo, cada día los ganaderos son más profesionales tanto en la selección como en el manejo, que es una cuestión tan o más difícil que la propia selección. Con lo complicado que está el campo, este año he visto corridas muy importantes que me ilusionan mucho porque el futuro del toreo pasa principalmente por el toro y me da mucha alegría ver que el trabajo de los ganaderos se adecúa a la exigencia del público. Hay días que son animales y lógicamente no salen las cosas como los ganaderos querrían, pero en general las ganaderías tienen futuro.
“Mi verdadera motivación es sentirme especial toreando. Es lo que sueño ahora mismo”
-¿El toreo evoluciona por la manera de embestir del toro o viceversa?
-Es un círculo. Muchos ganaderos han evolucionado en sus criterios de selección gracias al toreo que han intuido a los toreros y muchos toreros han terminado toreando mejor gracias a un toro que les ha enseñado el camino.
-Dígame el mejor toro que le ha tocado este año
-No me gusta ser tan selectivo en este sentido porque como torero tengo que tener la mente abierta. No me quiero dejar ninguno atrás. El último de Domingo Hernández de Sevilla -no sé si por ser el último tengo su recuerdo más fresco-, me encantó; luego he visto toros de Victoriano del Río que en plazas de primera tienen ese fondo que permiten hacer el toreo más exigente.
-¿Y uno que se lo haya hecho pasar regular?
-Cualquiera tiene un borrón en su expediente… pero estaría feo que yo, que tengo ganadería, los mencionara. Aunque haya tenido toros complicados, me he visto con la solvencia necesaria para lidiarlos, que también es algo que ha determinado mi temporada. Cuando he visto que no había opciones, he intentado estar el menor tiempo posible delante del toro. Aburrirse es lo que menos me gusta que pase conmigo.
-Madrid, de nuevo conquistada. ¿La puerta grande de este año ha sido diferente a las demás en esta plaza?
-Le doy la misma importancia a las seis puertas grandes pero también a otras que no he conseguido por fallar con las espada y también se me quedan en mi recuerdo. En Madrid hay faenas que se premian con una oreja y te dejan igual de satisfecho que una puerta grande. En el San Isidro pasado ya pude triunfar, así que tenía una sensación especial para este año. En la primera corrida de la feria me encontré con ese toro de Victoriano del Río al que toreé para mí y con el que pude abandonarme.
-En las plazas se observa un cambio generacional en los tendidos. ¿A qué cree que se debe ese boom de los toros entre los jóvenes?
-Estamos en la época en la que los toros están más cuestionados por aquellos que no entienden el espectáculo. En otras épocas no era así. A lo largo de la historia los públicos se han renovado, de lo contrario se hubieran acabado ya los toros. Igual que generaciones anteriores se fueron renovando, ahora estamos viviendo una renovación entre los aficionados y es una alegría porque sabes que el futuro está garantizado.
-El año que viene cumple veinte de alternativa. ¿Con qué Talavante de toda su carrera se queda?
-Con todos, al fin y al cabo es el mismo. El paso de los años puede modificar ciertos aspectos pero la esencia no cambia. Sigo viéndome como ese niño que empezó a soñar con ser torero. Soñaba con llegar a ser un torero importante pero desde luego, poder cumplir veinte de alternativa y sentirme admirado por los demás toreros, que es lo más complicado en este mundo, es algo que no llegué a soñar de niño.
-¿Se plantea hacer algo especial?
-La temporada es muy larga y siempre pueden surgir ideas, pero mi verdadera motivación es sentirme especial toreando. Es lo que sueño ahora mismo. Que a la gente le transmita lo que estoy sintiendo, que los toros me pasen cada vez más cerca, que la reunión sea mayor.





