Albert Serra ha ganado la Concha de Oro del Festival de cine de San Sebastián con una película de toros, con ‘Tardes de soledad’. Es una gran noticia para la tauromaquia. El protagonista es Roca Rey. Los filtros del neo-puritanismo no han logrado achicar la grandeza del toreo retratada con la genuina visión de Serra. Hay quiénes pidieron que se descartara la película por parte del jurado pero afortunadamente la libertad creativa ha triunfado entrando como cualquier otro filme en la selección y finalmente se hizo con la Concha de Oro.
La presidenta del jurado Jaione Camborda explicó la decisión de otorgar la Concha de Oro a Tardes de soledad: “Por su poder artístico, porque el arte genera movimiento. El poder artístico que otorga al espectador para poder juzgar. Por su forma de adentrarse en el miedo y en la brutalidad”.
La tauromaquia tiene tanta fuerza que, por mucho que algunos se empeñen en convertirla en un tabú o quitarle la relevancia social de la que goza, triunfa por donde pasa. El mundo del toro debe estar agradecido a la valentía del cineasta catalán que además de dirigir el documental también ha escrito el guion. En su discurso en el momento de recoger junto a su equipo la Concha de Oro comentó la motivación que encontró: “El objetivo era acercarse a la intimidad de personas que van a enfrentarse a la muerte. Ellos nos han abierto ese mundo de posibilidades que recoge la película por lo que tenemos que dar las gracias a Roca Rey y a su cuadrilla por hacerlo posible, también a Roberto Domínguez y a Joserra Lozano. Se ha enseñado el lado genuino del toreo, hay que atreverse a ir hasta el fondo de cualquier cuestión”.
El productor Luis Ferrón, parte del equipo de Tardes de soledad, mostró cercanía con el mundo del toro en su discurso: “La película era de puerta grande o de enfermería. No habríamos podido sin la generosidad de muchas plazas de toros. Ganaderos, hoteles… quiero mandar un abrazo especial a Pablo Aguado, a Curro, Antonio y Fran Vázquez. A veces nos olvidamos de que la vida es mucho más compleja que estar a favor o en contra de algo”.
Los que no hemos visto la película no podemos analizar el largometraje, sólo con lo que hemos visto en el teaser. Luis Martínez crítico de cine de EL MUNDO lo relata así: “Pasará a la historia con todos los honores por el prodigio de rareza, profundidad y misterio que es Tardes de soledad, la película de Albert Serra que, además de llevarse una irrefutable Concha de Oro, abre un boquete en el centro de la mesa, de todas las disputas y de todos los debates. El ministro de Cultura va a tener problemas para no ser confundido con el bombero torero a partir de ahora. Cuando creíamos que la tauromaquia ya no nos importaba y dábamos por hecho que la fiesta de los toros acabaría por ser una víctima más del y-tú-más que nos consume, llega un director de cine que no es capaz de distinguir una verónica de un pase de pecho y se marca una faena monumental tan agónica como divertida, tan fascinante como repulsiva; una película desmedida, preciosa, precisa, brutal, desconsolada, trágica, bella y, desde cualquier punto de vista, única”.
La tauromaquia interesa a millones de personas en el mundo. ¿Por qué? Porque tiene verdad en todo lo que ocurre en el ruedo. Ojalá a través de Tardes de soledad esa verdad trascienda a todos los rincones de la sociedad ‘moderna’.