Fotos: Carmen Moya.
Enrique Ponce recortó al máximo los terrenos en su primero y acabó metido entre los pitones para que ni su astado ni su faena se desmoronasen. Había lucido el de Juan Pedro su nobleza en las verónicas del saludo y en los lances a pies juntos del quite, pero cuando cogió la muleta la flojedad del astado se hizo más que evidente y el valenciano tiró con conocimiento de sus remisas embestidas para lograr tandas con la diestra y, especialmente al natural, de enorme mérito. Tras estocada casi entera paseó una oreja.
Sainetero y Ponce tuvieron la enorme suerte de encontrarse para convertir la labor del diestro de Chiva en una genialidad continua. Vio pronto el valenciano todo el caudal de nobleza del juampedro para romperse por completo, sentirse en muletazos a cámara lenta, hincar las rodillas en tierra en muletazos desmayados e incluso citar en los naturales mostrando ingeniosamente el envés de la muleta. Un pinchazo previo a una estocada entera haciéndolo todo él, fue el colofón a una actuación que puso en pie a los tendidos. Dos orejas.
Prometía más la faena de Curro Díaz al abrirse de capa y lancear con vibración en el saludo. Sin fuerza y sin fijeza alguna el toro de la presentación del linarense en Granada, condicionó un trasteo entregado pero con lógicos altibajos. Hasta en la suerte suprema se le puso a la defensiva y necesitó de dos pinchazos antes de colocar casi entera delantera. Fue ovacionado.
El quinto tampoco fue el mejor material para que Curro Díaz obsequiara con su arte o, al menos, el conjunto de su quehacer tuviera el ritmo deseado. Le protestó el burel en cada pase y quiso deslucirle todo, pero la firmeza del linarense en cada serie dio crédito continuo a su faena. Y la oreja llegó cuando puso colofón con una estocada entera.
Sebastián Castella optó por correr turno tras devolverse el titular, de Parladé, por flojo. El francés cambió pronto de registro y la clase se convirtió en garra y dominio cuando el tercero empezó a no querer pelea en los primeros compases de la faena de muleta. Le tapó la salida y llevó siempre muy puesto el engaño para meterlo en el canasto en series de mucha fibra. Su esfuerzo tuvo el justo premio de una oreja tras estocada desprendida.
Castella se las vio y se las deseo con el sobrero de Juan Pedro que cerró plaza. Le buscó todas las vueltas, a la par que el burel buscaba también constantemente quitarse el engaño de la cara. Le aguantó una enormidad y se fue detrás de la espada como un cañón para sumar un nuevo apéndice y redondear su tarde.
Granada. Sábado, 26 de septiembre de 2020. Miniferia en honor de la Virgen de las Angustias, Patrona de Granada. Toros de Juan Pedro Domecq, el 6º como sobrero tras correrse turno en el 3º, devuelto por flojo; bien presentados, de juego desigual, el mejor el cuarto. Enrique Ponce, oreja y dos orejas; Curro Díaz, ovación y oreja; Sebastián Castella, oreja tras aviso y oreja. Entrada: Casi lleno en el aforo permitido.
Emocionante el despeje de plaza con los sones de Granada. Se guardó un minuto de silencio en memoria de las víctimas del coronavirus y también por el 36 aniversario de la muerte de Francisco Rivera “Paquirri”. A continuación sonó el himno de España entre una grandísima ovación y vivas a España y al Rey
