El primero de la tarde, de Daniel Ruiz, bien presentado, noble y manejable, blandeó en exceso y no tuvo transmisión. Ante estas circunstancias, Antonio Ferrera conjuntó un trasteo de corrección formal sin que tomara el vuelo requerido. A la faena, le faltó intensidad. Mató de estocada tras pinchazo, que precisó…