FERIA DE LA VENDIMIA

La entrega de Leal y la bravura de Gracioso brillan en Nimes

A. Boticario
sábado 19 de septiembre de 2020
El torero francés corta dos orejas a un extraordinario toro de Domingo Hernández y sale a hombros por la puerta de cuadrillas; completa y seria actuación de Daniel Luque sin premio en la tarde de la alternativa de Marcos

Fotos: Daniel Chicot

Gracioso, de Domingo Hernández, fue un toro extraordinario. Seria fue su expresión y también su embestida, muy profunda. La faena de Juan Leal fue vibrante de principio a fin, desde los cambiados de rodillas en los medios hasta la serie de luquecinas también de hinojos. El francés hizo alarde de su tremenda entrega en una labor en la que toreó con mano baja a un animal que respondió de verdad a la exigencia que se le planteó. Se tiró tras la espada Leal, cobrando una estocada de la que el toro rodó sin puntilla. Fue premiado con las dos orejas.

De nuevo los pases cambiados prologaron la faena de muleta de Juan Leal al quinto, un toro deslucido, de embestida descompuesta y de escaso recorrido. Todo lo tuvo que hacer el torero, que optó por la corta distancia en una faena esforzada y de largo metraje. Insistió e insistió Leal, que fue volteado sin consecuencias. Manejó, al igual que en su primero, con contundencia la espada. Se pidió la oreja pero el palco no la atendió.

Daniel Luque marró con la espada una importante faena al segundo, al que toreó con una facilidad y aplomo sensacionales. El sevillano, paciente, hizo gala de su extraordinario momento; aguantó parones, se lo pasó muy cerca y tiró con temple de la humillada pero reservona embestida del toro. Entre medias, Luque recetó varios carteles de toros en una labor de menos a más. El apretado final de faena en terrenos de cercanías puso el epílogo a una obra a la que solo le faltó el remate con el acero.

El cuarto embistió siempre sin humillar, muy informal en los primeros tercios y si no lo fue más fue por el buen trato que le dio Daniel Luque, que lo hizo todo a favor de obra. Se libró de un percance serio Jesús Arruga. El sevillano anduvo de nuevo muy solvente en una labor maciza pero sin eco por la deslucida condición del animal. Pese a la fenomenal estocada, necesitó de un golpe certero de descabello para pasaportarlo.

El primer toro de la vida de Marcos atendió por nombre Borrachito. Daniel Luque le doctoró como matador tras la baja de José María Manzanares, operado de urgencia de la espalda. El toricantano, que brindó al cielo en recuerdo de su abuelo Domingo Hernández, anduvo dispuesto frente a un animal muy noble pero carente de emoción y que no le dio demasiadas opciones. Lo mató de una muy buena estocada y saludó una ovación.

Al sexto lo recibió con una larga cambiada. Su inicio de faena genuflexo vislumbró la clase del toro, que embistió con mucha calidad y nobleza. Sobre la mano izquierda cimentó dos series de naturales largos, si bien la faena no terminó de romper nunca. Falló con la espada, siendo silenciado.

Nimes (Francia), sábado 19 de septiembre de 2020. Toros de Garcigrande (1º y 5º) y Domingo Hernández. De correcta presentación y juego desigual. Destacó el sobresaliente tercero y la calidad del sexto. Daniel Luque, ovación con saludos tras aviso y ovación con saludos; Juan Leal, dos orejas y vuelta al ruedo tras petición; Marcos, que tomó la alternativa, ovación con saludos tras leve petición y silencio. Entrada: lleno en el aforo permitido. Marcos tomó la alternativa con el toro Borrachito, número 95, de 526 kilos, nacido en 09/15, negro, de Garcigrande.

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