EL PALCO

Todo para ser figura

Rafael Comino Delgado
sábado 05 de septiembre de 2020

Sí señor, es de El Puerto, se llama Daniel, Crespo por parte de padre y Murillo por parte de madre, y lo tiene todo para ser figura grande. A nuestro entender reúne todas las cualidades, a día de hoy, para ser torero muy importante, pero eso el tiempo lo dirá, porque ser figura del toreo, como dijera le maestro Viti, es casi un milagro.

El pasado día 30 de agosto pudimos ver, a través de Movistar, una gran corrida de toros de la feria de Linares, de las que hacen afición. Los toros fueron de Algarra, Parladé y Juan Pedro Domecq, y la terna de matadores, Álvaro Lorenzo, que cortó tres orejas haciendo el toreo caro; Juan Ortega, que cortó dos, también con toreo de muchísimos quilates; y Daniel Crespo, que, con el peor lote, cortó una a su segundo, aunque si mata bien a su primero le hubiese cortado otra. En su descargo debemos destacar que estaba lesionado en la muñeca derecha.

A los dos primeros ya se les conocía bastante, puesto que Lorenzo había abierto la puerta grande de Las Ventas, entre otros éxitos muy importantes; Juan Ortega había impactado en Madrid por su toreo de mucha sensibilidad, gusto y sevillanía; pero a Crespo, al de El Puerto de Santa María, se le conocía menos, aunque ya de novillero llamó la atención en Madrid.

El torero de El Puerto tomó la alternativa en su ciudad, el 4 de agosto de 2018, de manos de Morante de la Puebla, con José María Manzanares de testigo, rayando a gran altura. El año pasado -23 de agosto de 2019- volvió a torear en El Puerto, por vía de la sustitución a Pablo Aguado, y con un mal lote cortó dos orejas, una y una, pero, sobre todo, apuntó que tiene madera para ser un grande.

El 30 de agosto pasado se presentó en Linares, y a través de Movistar en toda España, causando una magnífica impresión, sobre todo teniendo en cuenta que era su cuarta corrida de toros desde que tomó la alternativa; sin embargo, dio la impresión de llevar matadas muchas más.

De Daniel Crespo me llama, sobre todo, su enorme personalidad, su torería en la plaza, porque toreros que toreen bien hay muchos, pero con tan acusada personalidad ya son muchos menos. Y todo eso lo ha mostrado con toros sin muchas opciones. El día que le salga un gran toro…

Sería muy largo relatar todas sus cualidades, que, por otra parte, ya las mostró en Linares y todos los aficionados pudieron verlas, pero yo destacaría su clase, su valor, su serenidad ante el toro, su inteligencia, su temple, su suavidad -jamás violenta a los toros-, su parsimonia, esa forma de entrar y salir de la cara del toro, su personalidad, que incluso llega a ser majestuosa en muchas ocasiones. Todas las cualidades expuestas son importantes, pero a mí me llama, sobre todo, su enorme personalidad, su torería en la plaza, porque toreros que toreen bien hay muchos, pero con tan acusada personalidad ya son muchos menos. Y todo eso lo ha mostrado con toros sin muchas opciones. El día que le salga un gran toro, la dimensión que puede dar será la de un torero grande, muy grande, un figurón.

Aventurar lo que será su futuro, es muy difícil, pero por ahora lo que hace falta es que le den carteles, que le den la oportunidad de desarrollar lo que lleva dentro, que es ni más ni menos, mucho arte. Espero que el buen trabajo de su apoderado, don Juan Reverte -que se da por seguro- y el sentido común de las empresas logren que le veamos frecuentemente en los ruedos.

Con toreros como los tres que vimos en Linares el relevo en el escalafón está asegurado, y por muchas acometidas que sufra la Tauromaquia, que las sufrirá y grandes, vamos a seguir, por mucho tiempo, incomodando a don Pablo Iglesias, pues no acabarán con ella. ¡Eso que ni lo sueñen los antitaurinos!

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