Las Ventas continúa siendo ese lugar en el que los sueños pueden hacerse realidad. Hace tres años que Juan Ortega vio abrirse el cielo en Madrid con una oreja que revalorizó su posición como torero. Su tarde le dio la oportunidad de llegar a ocupar un asiento privilegiado en el escalafón.
El paso de Juan Ortega por la feria de otoño debía tener un alto valor reivindicativo, y así ha sido. Tras una temporada de altibajos, el sevillano ha vuelto a demostrar un profundo sentir torero. Su toreo de escuela clásica ha cautivado a un Madrid que se ha entregado a un inicio de faena de sabor artístico.
Los ayudados por bajo, rematados con una trincherillas y adornado con un molinete, fueron suficientes para que Madrid comenzase a rugir. El de Triana hizo gala de la sevillanía más pura. Ganas de volver a ver a Juan Ortega en Madrid.