La localidad que le vio nacer, personal y taurinamente, es Arles. Pero el objetivo del joven francés es que le conozcan en el mayor número de plazas posibles. Su presentación en España, con caballos, fue en la pasada feria de Fallas. Y caló. Porque imprimió el sentido del temple, alargó los muletazos, se arrimó y toreó con una verticalidad natural. Y con las ganas propias del novillero con ambición. Le faltó oficio, pero eso lo soluciona un tiempo lleno de contratos. Y si logra, como mínimo, lo de Valencia, no le costará firmarlos.
- “Me gusta coger un toro desde adelante y llevarlo muy atrás y también me gusta torear vertical. Sea cual sea el concepto, el toreo es sentimiento y debe hacerse con corazón”
- “En Valencia se vieron muchas cosas que me faltan, como el oficio. Pero lo que no me faltaron fueron ganas”
EN LA CALLE: “Me gustaría comprar un Porsche”
Lo de Andy Younes es una juventud madura. Por edad, aficiones y gustos es joven. Todo acorde a sus años. Sin embargo, las ideas, los objetivos a largo plazo son propios de la madurez. En su español afrancesado o francés españolizado se expresa como es. Con una seriedad, a priori, que esconde una timidez que va diluyéndose poco a poco. Ahí, con algo de confianza, aparece el joven. El chico atrevido de 19 años. Pero sólo un poco. El torero siempre está presente.
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