El primero fue un novillo manso y huidizo que complicó la lidia en los primeros tercios. El Melli pudo lancear con garbo y se lució en un galleo por chicuelinas. La faena fue larga y realizada en distintos terrenos de la plaza. La virtud del novillero fue lograr fijar al animal en el centro donde logró algunos buenos muletazos. Hubo algunos efectismos y acabó con manoletinas. Mató de cuatro pinchazos y el novillo se echó.
El bonito segundo de Torrealba careció de calidad, rematando siempre por alto sus viajes. Cumplió en dos varas. La faena se compuso de cinco tandas con la derecha y una por la izquierda, en las que desplazó la embestida con violentos toques. Fue una labor con poca historia. Mató de una estocada que asomó por el costado, estocada trasera y dos descabellos.
El tercero no tuvo ni casta ni clase. Se paró ya en banderillas y en la faena de muleta fue un marmolillo que siempre que embistió lo hizo con la cara alta. Manuel Jesús Carrión lanceó distanciado y luego quitó por chicuelinas, lo mismo que El Melli. La faena se limitó a los intentos vanos del novillero para que embistiera. Fue una labor prolija en la que logró algún muletazo suelto. Mató de una estocada y descabello.
El cuarto fue un novillo noble y muy justo de raza. El Melli puso a contribución del triunfo todo lo que sabe. Lo saludó con una larga cambiada en el tercio. Lanceó distanciado. Toreó de rodillas en un alarde de voluntad y un natural y el de pecho fueron buenos. La faena tuvo fases ligadas y templadas con el torero algo encorvado. Se dio un arrimón, dejó circulares y hasta manoletinas de rodillas. Mató de estocada trasera y caída. Una oreja tras aviso.
Muy noble y con pocas fuerzas fue el quinto. Palacio se lució con el capote con buenos lances. Comenzó de rodillas con arrojo y entrega. Destacó un natural y el de pecho. Su faena brilló por el sentido del temple, casi toda por la derecha, con tandas ligadas ante un animal flojo y noble. Muy poco toreo por la izquierda en una faena larga que acabó en las cercanías del novillo. Mató de una estocada muy trasera y caída, y un descabello. Una oreja tras aviso.
Carrión se estiró en lances desiguales con el sexto, también muy justo de casta, fuerzas y bravura. Quitó por vistosas gaoneras. En banderillas correteó el novillo sin fijeza por la plaza. Con el animal algo descompuesto, Carrión intentó faena por ambos pitones tratando de fijar su embestida. Sonó la música incluso para animar al novillero algabeño. En permanente huida, fue robando pases sueltos de buen trazo sin posible unidad ni ligazón. Mató de una estocada tendida. Petición insuficiente.
Sevilla, domingo 26 de mayo de 2024. Novillos de Torrealba, justos de presentación. Primero, manso y huidizo; segundo, sin clase; tercero, descastado y sin clase; cuarto, noble y justo de raza, quinto, noble, de pocas fuerzas; y sexto, manso y sin fijeza. Germán Vidal “El Melli”, silencio tras aviso y oreja tras aviso; Aarón Palacio, silencio y oreja tras aviso; y Manuel Jesús Carrión, silencio tras aviso y vuelta al ruedo. Entrada: Un cuarto de plaza. Saludó en banderillas Roque Vega en el tercero.
