Luis Ignacio, el hijo pequeño del maestro César Rincón, celebró su primera comunión toreando dos becerritas en la finca de su padre, El Torreón. El vástago del matador colombiano y de Natalia Lorente -presentes ambos en la foto junto a Luis Ignacio y su hermano mayor, llegado ex profeso desde Colombia para la ocasión- ha cambiado su pasión por el deporte -quería ser portero de fútbol- y no se despega ahora de capotes y muletas.
Si como portero no tenía mal profesor -su familia goza de la amistad de Emilio Álvarez, hijo de Curro Álvarez, quien ha entrenado a porteros del Valencia C.F., Atlético de Madrid y otros clubes internacionales como el Manchester United, donde milita actualmente-, como torero tendría en su propio padre al mejor de los maestros y espejos posibles. El tiempo dirá por qué mundo acaba decantándose finalmente: si por los toros o por los balones.