Doce meses deshojados en ese calendario del tiempo que corre como la luz y, sin despeinarnos, llega otro septiembre. Mes de vendimia, de ferias mateas y últimos estertores del verano, en el que regresan los toros a Salamanca con su feria en honor a su Virgen de la Vega. Días que La Glorieta vuelve a abrir su puertas para acoger los mejores carteles y con ese cosquilleo especial de los aficionados de la tierra para aplaudir las grandes faenas sobre el ruedo.
Un feria que trata de adaptarse a la situación real después de épocas pretéritas en la que llegó a ser una de las cinco mejores de España, coincidiendo, allá en la pasada década de los 80, recién retirado Santiago Martín El Viti, gran señor del toreo castellano y máxima figura, con la rivalidad entre El Niño de la Capea y Julio Robles, ciclos en los que se llegó a alcanzar la decena de festejos y en todos ellos habitual el no hay billetes.
Ahora, las demandas sociales han determinado que deba partirse en dos fines de semana debido, a diferencias de los días de esplendor, a la que las tardes son laborales al abrir el comercio, la industria… y se trata de buscar la facilidad del aficionado, que ya ha hecho sus apostillas sobre los mejor que ocurrirá estas fechas.
Y esta tarde de viernes se alza el telón con una novillada, anunciada ¡la terna compuesta por Raquel Martín, Jesús de la Calzada y Javier Zulueta, para quienes serán los primeros aplausos de estos días de toros, quienes quitarán el rocío a la feria. Dos de Salamanca que ya han dejado su tarjeta de visita en numerosos lugares, como es el ejemplo de Raquel Martín, al igual que Jesús de la Calzada, desde que se hiciera triunfador del ciclo de novilladas de Castilla y León. Sin desmerece al sevillano Javier Zulueta, respaldado por el empresario de La Real Maestranza y atesora tan buenas condiciones. Frente a ellos los novillos ledesminos de Antonio Palla, que siempre tienen tanto interés.
El día siguiente sábado se presenta ante sus paisanos Marco Pérez, una de las últimas revelaciones del toreo en un festejo mixto. Será en el mismo festejo en el que digan adiós a La Glorieta dos grandes, Pablo Hermoso de Mendoza y Enrique Ponce, el maestro valenciano que en Salamanca ha vivido días de máximo interés, ejemplo de aquel rabo que cortó a Ladrillero, un toro del Capea en la edición de 1997. Cartel atractivo y de dar relevos, con muchos ojos mirando a Marco Pérez, que en el toreo huele a pan nuevo. Y como epílogo de esta primera parte, frente a reses de Vellosino, se anuncian a Miguel Ángel Perera y Emilio de Justo, quien conocen el dulce sabor del éxito en el plaza, e incluso uno de ellos –Perera-la amargura de la cruda cornada, tarde en la que debuta Borja Jiménez, con muchos partidarios en esa tierra charra donde tiene su residencia desde hace varios años.
Tras el parón se reanuda la actividad el viernes 29, en esta ocasión con una interesante terna Alejandro Talavante, Roca Rey y Pablo Aguado, quienes se enfrentan a toros de Garcigrande, otro clásico en los últimos años. Al día siguiente los aficionados al caballo tendrán su día para ver a Sergio Galán, residente en la provincia charra desde hace 20 años; el gran Diego Ventura, con tantos éxitos en La Glorieta y el joven Guillermo Hermoso, con se las verán con toros de Sánchez y Sánchez, hierro de preferencia para los montados. Para cerrar la feria, inicialmente se proyectó un cartel de máximo atractivo al ser corrida concurso, pero que ahora, con la baja de Morante, pierde cierto brío. En el momento de escribir esta crónica se desconoce quién verá por el genio cigarrero, para alternar con Manzanares y el novísimo diestro local Ismael Martín, quienes llegan con toros de El Capea, Puerto de San Lorenzo, Garcigrande, Olga Jiménez, Hermanos García Jiménez y Lorenzo Rodríguez Espioja.
Y ahora, con la suerte echada, La Glorieta vuelve a abrir su puertas y entre los aficionados de la tierra ya se siente ese cosquilleo especial para aplaudir las grandes faenas sobre el ruedo.