Perera: “Soy feliz por el reconocimiento unánime que estoy encontrando”

"La temporada se puso muy cuesta arriba, pero sabía que mi arma era la espada y la mu­leta; y la plaza, mi territorio para hablar", afirma el extremeño, entrevistado por APLAUSOS
Íñigo Crespo
miércoles 19 de septiembre de 2012

La satisfacción es la nota predominante en Miguel Ángel Perera. La temporada no ha sido ni fácil, ni sencilla, ni cómoda. Los acontecimientos precipitaron al extremeño a una lucha consigo mismo y en parte también contra el sistema. Perera y su apoderado, Fernando Cepeda, sólo tenían el camino de la espada y la muleta para reivindicar su estatus y su posición de figura del toreo. Sin embargo, terminado el mes de agosto y enfilando el final del de septiembre, el extremeño se encuentra arriba del todo, en cabeza, entre los grandes.

¿Qué palabra define mejor su estado de ánimo?, le preguntamos: “Me quedaría con dos: felicidad y satisfacción. Soy feliz por lo que he desarrollado en la plaza y el reconocimiento unánime que es­­toy encontrando. Y estoy sa­tis­fecho de ver reflejado el es­fuer­zo que he tenido que hacer, la fidelidad que he tenido conmigo mismo y que se palpa en la dimensión que estoy mostrando en la plaza tarde tras tarde”, responde el torero, que recuerda todo seguido lo dura que se puso su temporada desde el principio: “Se puso muy cuesta arriba, pero sabía que mi arma era la espada y la mu­leta. La plaza era mi territorio para hablar y para responder a todo lo que está ocurriendo. De eso me siento especialmente satisfecho, de haber superado todo y como prueba los triunfos y las sensaciones que he logrado todas las tardes, unas cortando orejas y otras sin trofeos, pero el nivel que he mostrado ahí ha quedado”.

Sincero, cabal, pasional, hombre de ley y de palabra, Perera no se esconde cuando hay que hablar de temas, digamos espinosos. Después de atravesar la dureza de verse fuera de varias ferias por temas ajenos a sus logros en el ruedo, el extremeño da por bueno todo lo pasado. “A título personal no cambiaría nada, sigo siendo el mismo y sigo creyendo en lo mismo, porque son mis convicciones. Las cosas las veo igual y cuando los pasos se dan desde la sinceridad no hay por qué arrepentirse de nada”, afirma.  “La temporada -expone- está siendo muy intensa precisamente por todo lo vivido y por circunstancias que se plantearon con el lío de la televisión y también con el contexto económico del país”.

Sobre el toro de este año, comenta: “Lo estoy viendo con más movilidad que entrega. En ese aspecto es un año raro también. Hay ganaderías que todos sabemos cuáles son que están en un momento cumbre, sin embargo, en general, estamos viendo que la falta de transmisión se está supliendo en algunas ganaderías a base de movilidad pero faltando clase a los animales. De todas maneras, hay una cosa que debemos tener presente y es que somos los toreros los que nos debemos adaptar al toro y no al contrario”.

Ahora hay que seguir poniendo guindas al pastel en septiembre: “Sobre todo hay que mantener el nivel. Quedan corridas en sitios importantes como Logroño o Zaragoza. Está siendo un año intenso. Podíamos haber sumado más tardes pero tampoco hemos querido rebajar mi categoría y las condiciones que siempre he considerado justas a todos los niveles”.

Para concluir, le recordamos que su nombre sonó para formar parte de la Feria de Otoño de Madrid. ¿Quién se rajó al final, la empresa o usted?, cuestionamos, respondiendo el extremeño: “Yo quería haber estado presente en Madrid en Otoño. Eso que quede claro. Se habló pero no hubo acuerdo”.

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