(Foto: www.torosennavarra.com)El torero pamplonés cumple hoy 40 años. Y ayer recibió el mejor regalo, fue trasladado a la planta de Cirugía del Hospital de Navarra después de permanecer en la UCI desde que el pasado 28 de septiembre una vaca le corneara en el pecho en la plaza zaragozana de Cunchillos. Ayer, pese a permanecer algo adormilado, se encontraba animado.
-Después de haber abandonado la UCI, ¿cómo se encuentra?
-Mejor, después de haber pasado los peores doce días de mi vida. Pero son cosas que ocurren los toreros. Quien se pone delante, sabe a qué se expone. Siempre existe un riesgo y, si no que se lo digan a Antonio Bienvenida.
-¿Mantiene algún recuerdo del percance en Cunchillos?
-Algunos, pero muy vagos. La vaca… la cornada, que me perforó un pulmón… Sentí que no iba a llegar al hospital. La cornada en el cuello que sufrí en Arnedo fue una tontería en comparación con ésta. Fueron momentos trágicos, verdaderamente trágicos. -Gracia se refiere a la cornada que sufrió en el cuello el 2 de octubre de 1994, mientras toreaba un utrero de Cortijoliva en el último festejo de la Feria del Zapato de Oro-.
-¿Ha vuelto a nacer Edu Gracia?
-Nunca mejor dicho. Recuerdo que me ahogaba, que no podía respirar…
-Ahora, ya en planta, fuera de la UCI, va a tener mucho tiempo para pensar.
-Me hubiera gustado poder torear el domingo en un festival en Dax, a las órdenes de Cartagena, que va a matar un toro de Victorino Martín, pero… Donde sí quiero torear es en la plaza ecuatoriana de Quito, donde Manuel Manzanares torea los días 2 y 4 de diciembre. No puedo faltar a esas dos citas.
-¿Es consciente de que en estos días todo el mundo taurino ha estado pendiente de su evolución?
– Lo sé. Me han llamado muchas veces Pablo Hermoso de Mendoza y Manuel Manzanares. Sé que han llamado asimismo, entre otros, José Tomás, José María Manzanares, padre e hijo, y toda la torería navarra, todos mis compañeros. Les estaré eternamente agradecido.
