Todo lo que tiene El Juli es suyo y lo que le pueda venir también es de su sola incumbencia. Absténganse pues críticos acervos, porque tiene toda la legitimidad del mundo para hacer de su capa un sayo
Parece que El Juli quiere comenzar la temporada de 2013 en julio y que en una de las ferias que comparecerá es en la que fue durante muchos años la más importante del verano taurino. Me refiero a la Feria de Julio de Valencia, naturalmente. A ella llegaban los toreros muy puestos y afianzados, y en la capital del Turia solían hacer eclosión y salir disparados hacia la dura remontada del norte, con Bilbao a la cabeza. Por lo que la de Valencia era una feria básica que marcaba lo que sería la temporada de los toreros en línea de competición por el cetro del toreo. Dice Simon Casas que va a luchar porque esa feria recobre su categoría. Monumento merece si lo consigue, tal como están las cosas.
Parece, y repito parece porque a mí las noticias me llegan como a todo el mundo y no por revelación divina, que El Juli piensa torear menos y eso equivale a escoger los sitios estratégicamente para mantener su categoría y seguir disfrutando de los entorchados de mariscal, ganados en una lucha que comenzó siendo un niño. Su niñez y su adolescencia se difuminaron entre corrida y corrida, y las mejores horas de su vida, esas que no volverán, transcurrieron en las plazas y en las carreteras. Así es que nadie puede negarle el derecho de plantear su carrera a estas alturas como le de la real gana. Parodiando a Frank Sinatra: “A su manera”. Todo lo que tiene es suyo y lo que le pueda venir también es de su sola incumbencia. Absténganse pues cenizos, augures de pacotilla y críticos acervos, porque El Juli tiene toda la legitimidad del mundo para hacer de su capa un sayo. La Fiesta de los Toros es absolutamente democrática y la abstención también es una alternativa. Lo que no vale es quitarle la piel a tiras a nadie por hacer uso de su libérrima voluntad.
Eso hicieron con Manolete porque un año prolongó su estancia en México para tomarse unas merecidas vacaciones. Las críticas fueron crueles, pero le bastó torear la de Beneficencia en Las Ventas para callar todas las bocas. Hay toreros para un toro, hay toreros para muchos toros, pero también hay toreros para la historia, que con una corrida al año son capaces de justificar su presencia en el toreo.
