La Revolera

El Cid puja fuerte

Paco Mora
sábado 29 de diciembre de 2012

El Cid ha abierto la veda -gracias te sean dadas por ello Manuel Jesús- y está por ver si los grandes recogen el guante que ha lanzado el torero de Salteras.

Manuel Jesús “El Cid” quiere matar una corrida de Victorino en la Feria de Sevilla. Y además invita a las figuras a que lo acompañen en el cartel. En esas condiciones el gesto del  torero de Salteras dobla su valor. Acepten o no el envite las figuras. Entendiendo por figuras a los toreros de postin imprescindibles en las grandes ferias de la temporada. Y esas ferias, en las que se debe comparecer para continuar manteniendo el marchamo de figuras, son principalmente las de las plazas de Valencia, Sevilla, Madrid, Bilbao y Pamplona, y también unas cuantas más entre las que se me ocurren a bote pronto Albacete, Logroño y Zaragoza. Pero hay algunas más en las que, al menos por parte del público, se sigue apostando por el trapío y la integridad del toro de lidia.

No quiero decir que sea absolutamente necesario que los toreros de cartel maten  todas las camadas de Victorino, Cuadri, Aguirre, Miura y Cebada Gago pero sí que conviene a la Fiesta que los que más pueden, más saben y mejor cobran hagan gestos como el anunciado ahora por El Cid. Se trata de renunciar a la comodidad –concepto impropio cuando se trata de ponerse delante de un toro- algunos días, para demostrar a la afición que son los mandones del toreo precisamente porque pueden con todo y no se les arruga el ombligo ante hierro ni encaste alguno. A mí no me cabe duda alguna de que el que es capaz de cortarle las orejas a un Núñez del Cuvillo también lo es de cortárselas a un Victorino o a un Miura, pero hay que acabar con los clichés que tanto daño le hacen al toreo, manejados por los cenizos tocapelotas de siempre.

De momento es El Cid quien ha abierto la veda –gracias te sean dadas por ello Manuel Jesús- y está por ver si los grandes recogen el guante que ha lanzado el torero de Tornay y Ellauri. Ahora bien, los aficionados asolerados ya lo saben, pero a los que todavía  creen que los Reyes Magos son los papás habrá que avisarles de que no a todos los toros se les pueden pegar los veinte naturales con la mano baja ni los cambiados por la espalda en serie…

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