GALERÍA FOTOGRÁFICA DE R.URREGO DEL FESTEJO
Miguel Ángel Perera cortó una oreja del segundo, al que cuajó un buen quite por chicuelinas. Entendió perfectamente al toro el extremeño en una labor plagada de suavidad y templanza. Llevó embebida la embestida, tapando defectos de la res en una faena sólida y compacta, de gran técnica, fundamentada en el pitón derecho. Mató de estocada entera levemente desprendida.
Dos orejas paseó del cuarto tras bordar el toreo en una faena que rozó la perfección. Lo ligó por los dos pitones, aprovechando la bondad de la res en un trasteo que emocionó a los tendidos de Cañaveralejo. Se embraguetó con el animal el extremeño, que anduvo magistral en una labor que nunca bajó su diapasón. Mató de estocada y obtuvo el doble trofeo. El de Ernesto González Caicedo, un buen toro, fue premiado con la vuelta al ruedo.
Iván Fandiño malogró con la espada una gran actuación frente al tercero. Quitó con él por saltilleras y gaoneras, con el toro exhibiendo ritmo y buena clase en sus embestidas. Rayó a gran nivel el de Orduña, que ejecutó un final encimista de faena y perdió los trofeos tras marrar con la espada después de haber epilogado su labor con bernadinas.
El quinto le volteó aparatosamente, dejándole seminconsciente en el ruedo. El vizcaíno fue prendido por el costado derecho de la chaquetilla y el bajo vientre, sufriendo fuertes golpes que, afortunadamente, sólo quedaron el susto y la paliza. Desprovisto de la chaquetilla concluyó con el animal, que no tuvo clase y sí peligro sordo y un incómodo calamocheo. A la salida del sexto pasaba a la enfermería.
Luis Miguel Castrillón tomó la alternativa de manos de Miguel Ángel Perera, que le cedió la muerte de “Cantaor”, un toro de Ernesto González Caicedo que mostró nobleza y bondad en sus embestidas. El diestro, que brindó a su apoderado, José Antonio Campuzano, no acusó los nervios lógicos de la ocasión en una actuación tan correcta como fría, tan templada como falta de emoción. Mató por arriba al primer intento y saludó la ovación del público.
Cerró plaza un astado manejable aunque falto de entrega con el que, de nuevo, anduvo correcto y entregado Luis Miguel Castrillón, que terminó paseando una oreja en la primera corrida de toros de su nueva etapa profesional como matador.
Cali (Colombia). Quinta corrida de feria. Toros de Ernesto González Caicedo, buenos en general, el 4º -“Calentao”, nº 61, 484 kilos- premiado con la vuelta al ruedo en el arrastre. Miguel Ángel Perera, oreja y dos orejas; Iván Fandiño, ovación y palmas; y Luis Miguel Castrillón, que toma la alternativa, ovación con saludos y oreja. Entrada: Media plaza. Castrillón tomó la alternativa con el toro “Cantaor”, nº 99, de 456 kilos.
