(Foto: Templaíto)El extremeño cortó una oreja de cada toro y abrió la puerta grande en una tarde marcada por su entrega. Morante estuvo muy por encima de un lote sin gracia y dejó detalles de mucha calidad y torería.
Buena fue la actitud de Talavante ante su primero, al que supo administrar y aprovechar la poca fuerza que tenía. Estuvo entregado de principio a fin en una labor que brindó a Antoñete. Acabó por manoletinas y tras una buena estocada, se llevó una oreja.
Quiso amarrar la puerta grande ante el sexto y no se le escapó. Cortó otro apéndice a base de querer, de ganas y de una ambición que no siempre suele mostrar el torero extremeño. Pero esta vez sí surgieron las ganas de un torero, que todavía tiene mucho que decir.
Morante sigue sin tener suerte con sus lotes. Tuvo dos toros a contraestilo, bruscos, sin clase y sin opción. Pero Morante quería y se puso con enorme valor y vergüenza, sin tirar por la calle de en medio. Estuvo por encima de su primero, un toro áspero, con el que incluso ha dejado detalles de torería y empaque. Una oreja cortó a su segundo, un ejemplar también deslucido. Morante hizo un esfuerzo enorme, impregnando la plaza con un toreo de gran calidad. Y todo, frente a un toro sin clase alguna.
Javier Conde se desentendió de la lidia de su primero, un toro que no ayudó mucho pero ante el que tampoco el malagueño quiso poner de su parte. Se lesionó durante la lidia de muleta y tuvo que ser puntillado. Su segundo fue un toro bueno. El cambio de mano en el inicio de faena de muleta de Conde fue, sencillamente soberbio. Se atisbaba faena grande. Se echó la muleta a la zocata y por ahí el toro embistió noble, pero abusó del unipase y la faena adoleció de continuidad. Aislados fueron algunos muletazos que tuvieron enjundia. Salió a saludar y cuando lo hizo, escuchó la bronca de un sector que notó que el toro se fue sin aprovecharse al máximo.
Toros de El Pilar, desiguales de presentación y deslucidos. JAVIER CONDE: Bronca y ovación con saludos y algunas protestas; MORANTE DE LA PUEBLA: Ovación tras petición y oreja; ALEJANDRO TALAVANTE: Oreja. Entrada: Dos tercios
