(Foto: Templaito)Otra vez el de Fuenlabrada ha vuelto a abandonar el coso de La Condomina en volandas y de nuevo ha demostrado el buen momento por el que está atravesando en este final de temporada. El Fandi, que ha toreado su corrida nº 1000 ha cortado dos orejas.
César Jiménez desorejó a su primero, un astado que tuvo movilidad y con el que se acopló muy bien el madrileño. Estructuró una faena en la que aprovechó primero la inercia del toro para ligar muy bien las tandas sobre el pitón derecho. Con el toro m´ñas parado, se pegó un arrimón. Mató de un gran volapié. Se segundo fue un toro mansote y sin transmisión. Jiménez fue premiado con la oreja por una labor tesonera, entusiasta y de querer. Limó las asperezas del toro. El Fandi cumplía su corrida número 1000 y lo celebró cortando las dos orejas a su primer toro, al que brindó a su padre. Fue una labor con más envoltorio que contenido, siempre muy de cara a la galería. Destacó una serie con mucho poso sobre la diestra. Su segundo de paró pronto y no pudo rematar. Rafaelillo toreó con valor, firmeza y oficio un toro con movilidad y nada fácil, el que abría función. El de Jandilla se vencía siempre en el segundo muletazo. Bajo de raza fue su segundo, que flojeó y el murciano nunca pudo romper. Toros de Jandilla, de juego dispar y condicionados por la falta de fuerza. Rafaelillo: Oreja y ovación tras aviso; El Fandi: Dos orejas y ovación: César Jiménez: Dos orejas y oreja. Entrada. Tres cuartos
