Me recuerda Simón Casas al Burt Lancaster de “El hombre de la lluvia” . Y es que vender ilusiones es como pretender vender agua caída del cielo. La prosa se impone casi siempre a la poesía y al final de la calle siempre espera la cruda realidad.
Daniel Luque ha dejado a Simón Casas y se ha marchado con Ruiz Palomares, tras cuatro años de promesas incumplidas. Y es que nadie duda de la inteligencia e imaginación del francés, pero si uno tiene muchas novias es difícil cumplir con todas. En esta tierra, que es también la suya, se dice que “el que mucho abarca, poco aprieta”. Y eso es lo que le ocurre a Simón; que a fuerza de imaginativa generosidad puede quedar como la chata con aquellos a quienes tanta ilusión les vendió. Los próximos serán El Fino y Rivera Ordóñez. Me recuerda Simón Casas al Burt Lancaster de “El hombre de la lluvia” . Y es que vender ilusiones es como pretender vender agua caída del cielo. La prosa se impone casi siempre a la poesía y al final de la calle siempre espera la cruda realidad.
