La plaza de toros de La Glorieta vivió este miércoles una tarde de intensas emociones en el tentadero público ofrecido por la Escuela Taurina de Salamanca. Medio centenar de alumnos, dirigidos por José Ignacio Sánchez y los profesores José Ramón Martín y Javier Olmedo, hicieron las delicias de unas 5.000 espectadores que se congregaron en el coso. Los presentes disfrutaron con la evolución de los más mayores y con el arrojo y el desparpajo de los más pequeños, entre los que causó sensación Marco Pérez, un torerito que con sólo 7 años levantó de sus asientos a los aficionados.
Es el segundo año consecutivo que la casa Chopera, empresa de la Glorieta, organiza este acto, que cada vez cuenta con más adeptos, y que sirve, junto al desenjaule, como previa de la Feria de la Virgen de la Vega que arranca este viernes.