Marco Antonio Gómez, silenciado en su lote en la tarde de su confirmación de alternativa.
FOTOS DE IVÁN DE ANDRÉS DEL FESTEJO
Fotos: IVÁN DE ANDRÉS
Hondo y serio el primer toro de Moreno Silva, tomó dos puyazos, empujando en la primera vara. Llegó a la muleta con aspereza pero sin empuje dejándose trajinar sin entrega ninguna. Confirmó Marco Antonio Gómez que anduvo cumplidor y pulcro, logrando algunos muletazos templados por el lado derecho. Mató de estocada trasera y fue silenciado. El cuarto fue un buen toro: tuvo movilidad, nobleza y humilló. Sánchez Vara lo banderilleó con soltura y conocimientos, ligando uno de sus pares a un limpio y brillante salto de la garrocha interpretado por su subalterno Raúl Ramírez. La faena tuvo oficio y ligazón por el lado derecho, por donde el toro se desplazó con criterio. Labor segura del de Guadalajara. Tras una estocada el propio Raúl Ramírez se atascó con la puntilla cuestión que no impidió que parte del público pidiese la oreja que fue concedida aunque con votos en contra.
Anduvo diligente Sánchez Vara con el segundo, un toro más fino, serio, de mirada viva, que no se empleó y se quedaba corto por las dos manos. Animal descastado. El alcarreño se puso sobre ambas manos en un trasteo breve y sin ninguna opción de lucimiento. Muy buen toro el quinto que tuvo clase, recorrido y poder. Humillada embestida del de Saltillo que fue un animal alegre y codicioso. José Carlos Venegas lo toreó a gusto. Faena templada, ligada, reunida, ganando un paso al animal. Personalidad del jienense que bajó la mano y toreó con intensidad sobre ambas manos, destacando el toreo en redondo. Muy buen corte, firme y sereno. Importante toro, encastado, bravo y con clase. Atacó recto con el acero y dejó una estocada tendida. Muerte de bravo. Oreja con petición para el torero y fuerte petición de vuelta al ruedo para el toro -Viergado, de nombre- arrastrado en medio de una gran ovación.
El tercero tuvo tanta nobleza e incluso tanta clase como falta de fuerza y raza. Toro con voluntad pero muy aplomado, cuyo manejo resultó imposible por no repetir. José Carlos Venegas estuvo asentado y sereno, metido y queriendo empujar al toro para adelante. Cumplió frente a un toro descastado que llegó a echarse antes de entrar a matar por vez primera. El sexto se movió pero lo hizo con brusquedad y exigiendo, midiendo en cada arrancada. Duro comportamiento. Marco Antonio Gómez puso actitud en una labor de más empeño que brillo.
Madrid, domingo 13 de septiembre de 2015. Toros de Saltillo, con la divisa y el hierro de Moreno Silva. Bien presentados, serios, variados de tipo y hechuras. De juego variado, destacando el quinto, un toro bravo, con clase y transmisión para el que se pidió la vuelta al ruedo; bueno el cuarto y manejable aunque sin empuje el primero. Complicado el segundo; desfondado el tercero y con movilidad pero brusco el sexto. Sánchez Vara, silencio y oreja; José Carlos Venegas, silencio y oreja con petición de la segunda; Marco Antonio Gómez, que confirma alternativa, silencio en ambos. Entrada: Un cuarto. Se desmonteró David Adalid en el tercero de la tarde. Al término de la corrida saludó el mayoral de la ganadería de Saltillo.
