El castellonense mantiene su idilio con la plaza de Zaragoza tras una faena llena de temple y expresión. Leo Valadez, por encima del lote de menos opciones. Variada e interesante novillada de Los Maños.
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LA OPINIÓN DE P. MORA: “Usted no sabe de qué va esto”
Fotos: ARJONA
Abrió plaza un novillo con movilidad pero deslucido, que iba y venía pero lo hizo sin entrega ni celo y con la cara alta. Ginés Marín consiguió los pasajes más logrados en una serie sobre la mano derecha en la que obligó y llevó muy tapado al novillo. Esfuerzo del jerezano dentro de una labor bien resuelta y rematada de una estocada contundente pero desprendida.
Su segundo fue un novillo de buena condición que lució en el primer tercio tomando de largo un segundo puyazo que se vivió con emoción. Emotivo resultó también el tercio de quites, primero por un garboso quite por chicuelinas de Varea rematado de una enroscada y sensacional media y la réplica de Marín por verónicas. Se lució con los palos Javier Ambel. La faena, abierta de rodillas en los medios, estuvo presidida por la entrega, la firmeza, el poso y el buen toreo del jerezano. Extraordinarios los naturales por su ajuste, expresión, temple y mano baja. Notable el trazo del muletazo. Gran dimesión de Marín. Faena a más que tuvo en un arrimón final su cénit. Pisó los terrenos del toro con una tremenda autoridad y seguridad. Entrega absoluta de Marín. Labor medida y bien estructurada rematada de una buena estocada. De dos orejas la faena que el palco incomprensiblemente dejó en una e incomprensible también el premio de la vuelta al ruedo al novillo.
El que hizo segundo fue un novillo bueno de Los Maños, con ritmo y humillación en su embestida. Varea le cogió el pulso al utrero en verónicas de salida y en el quite. Planteó faena en los medios el castellonense en una labor muy templada sobre la mano derecha, ligados los muletazos, de mano baja y notable dibujo. Menos continuidad hubo al natural. Torería del de Almassora, especialmente en los trincherazos y en los de pecho como broche a las tandas. Mató de una estocada casi entera y paseó la primera oreja de la tarde. El quinto fue un novillo deslucido, sin fijeza y que embistió a arreones. La faena de Varea no pasó de la voluntad y de meros esbozos ante las pocas opciones que dio el de Los Maños. Se atascó con los aceros y fue silenciado.
Leo Valadez realizó ante el tercero un sincero esfuerzo. Fue éste un animal encastado y exigente pero que nunca se entregó en las telas. Incierto y con la cara alta. El mexicano, firme y puesto, aguantó con valor parones y miradas dentro de una labor meritoria pero que no llegó a tomar vuelo. Mató de una estocada contraria y saludó una ovación. Difícil de banderillear el sexto, cumplió Valadez en un tercio de más voluntad que brillo. De nuevo anduvo valiente con un novillo complicado y orientad que le llegó a voltear sin consecuencias. Se repuso con raza el azteca que le tragó mucho para instrumentar naturales sueltos. Centrado y firme, se mostró por encima de su oponente.
Zaragoza, miércoles 14 de octubre de 2015. Novillos de Los Maños, bien presentados y de variado juego. Primero y quinto, deslucidos; segundo, con ritmo y humillación por el pitón derecho; exigente y encastado el tercero; de buena condición y un gran pitón izquierdo el cuarto, de nombre Matón, número 42, de 512 kilos, nacido en 03/12, premiado de forma excesiva con la vuelta al ruedo. Orientado y complicado el sexto. Ginés Marín, ovación con saludos y oreja con fuerte petición de la segunda y bronca al palco; Varea, oreja y ovación con saludos tras aviso; Leo Valadez, ovación con saludos y silencio. Entrada: Dos tercios. El público obligó a saludar a Varea por el indulto de Quejoso por parte del castellonense en la Feria del Pilar de 2014. Varea compartió la ovación con sus compañeros de cartel. Destacó picando al cuarto Agustín Navarro y en ese mismo toro se desmonteró Javier Ambel.
