El ruedo de la plaza de toros de Salamanca es una alfombra de arena rosada del Yeltes, río tan de toros. En las cuencas y los campos del Yeltes y el Huebra, fundidos antes de tributar aguas al Duero, se encaja el corazón ganadero del Campo Charro, que latió con más poder hace cien o cincuenta años que ahora, pero aún late bien vivo. La arena arcillosa de La Glorieta, se supo un día, procede de Villavieja. Villavieja de Yeltes, equidistante de Vitigudino y La Fuente de San Esteban.