Se acabó la leyenda. Si el de la quinta corrida de Pamplona va a ser el aire de la ganadería de Dolores Aguirre...
Se acabó la leyenda. Si el de la quinta corrida de Pamplona va a ser el aire de la ganadería de Dolores Aguirre, adiós al “coco”. Los de la ganadera vasca salieron por la puerta de toriles de uno en uno como todos. Y de seis, tres fueron muy posibles, uno –el tercero- teta de novicia y el sexto violentito y poco de fiar tanto en banderillas como en el último tercio. Pero es que la lidia quue le dieron fue manifiestamente mejorable. En fin, no es que lo de doña Dolores saliera malo, es que no parecían los terroríficos y peligrosos toros que hicieron de esa ganadería un banco de pruebas para los toreros de rompe y rasga. No sé si eso es bueno o malo. Simplemente es. Y por otro lado, no hay que rasgarse las vestiduras, al fin y a la postre se trata de que una ganadería más de las que ponían los pelos de punta ha ingresado en el club de lo toreable.
Joselillo estuvo toda la tarde con su clásica comezón de querer estar bien por todos los medios. Eso le da a su torero un aire de entrega controlada que gusta a los tendidos y por eso –en su primero- cortó una oreja tras un gran espadazo, y dio una vuelta al ruedo en su segundo. Salvador Cortés no se encontró a gusto con el primero y con el segundo no hubo modo ni de intentarlo. unos ejercicios para flexibilizar su cintura no le vendrían mal al esforzado torero andaluz. Sergio Aguilar no tuvo suerte con su lote y no obstante logro momentos interesantes, a base de echarle valor y ganas a la cosa.
