Asegura que la confianza en sí mismo es la que le está dando alas para luchar y para seguir creciendo en la profesión. En Vic-Fezensac ha puesto en lo alto la suprema calidad de su toreo, su profundidad y su particular manera de expresarse. Sabe que el año es duro, pero se siente con fuerzas y preparado para continuar abriendo puertas. En Madrid dejó destellos de lo que la afición ya sabe, que es torero de fondo, cara serenidad y firmeza de planta. Por delante, dos plazas que le cautivan y donde tiene fijada su mirada: Málaga y Dax. Dos objetivos inmediatos. Un futuro por lograr.
“Como torero crezco todos los días. En mi mente no existe otro objetivo que no sea ser mejor torero y subir escalones en mi profesión. La confianza en mí mismo siempre ha sido mi baluarte”
“Es un año duro pero si te digo la verdad siempre lo han sido para mí. Pero me gusta verme apretado y tirar de responsabilidad cada vez que me visto de luces y salgo a la plaza”
“En Bilbao me ofrecieron la corrida de Miura y no lo consideré justo. Además de la cornada, en Vista Alegre el año pasado creo que cuajé una actuación muy serena, de mucha dimensión”
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