La temporada va consumiendo etapas con voracidad. Parece que no pase y pasa. Pasa el tiempo, pasan ferias, pasan cosas, ha pasado lo de Morante en Bilbao que es de lo que no se olvida, en ese punto podríamos hacer una reflexión sobre lo auténticamente bueno que nunca pasa; va pasando lo de Tomás que ha perdido efervescencia quiérase o no porque no ha pasado lo que todos dábamos por hecho que iba a pasar, yo entre ellos, y las apoteosis por ahora se resisten dicho sea sin ánimo de entrar en más polémica entre otras cosas porque habría que hablar de la contradicción de vender autenticidad y caer en los mismos pecados o licencias, por no decir más, que los compañeros; pasa que las ferias han acusado la crisis y lo que te rondaré, me refiero lo que queda por delante, de la misma forma que los ganados allá por los sesenta acusaban la glosopeda, es decir que a mayores reservas más y mejor resistencia pero en todos los casos pasa que no pasa, me refiero a la crisis que sigue ahí y pesa y pesa y pesa.
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