Sigamos con las reflexiones. El invierno, que es un suma y sigue para las figuras que prolongan sus éxitos en la temporada americana suele ser interminable para los que esperan todo lo bueno del próximo año, con una admirable capacidad de sacrificio y constancia en el entrenamiento y puesta a punto. Existen toreros que no han gozado de oportunidades reales para cumplir sus ilusiones y se les tiene por acabados o incapaces de alcanzar cotas más altas, aunque no se hayan rendido en años y años de toro grande y billete pequeño, sin disfrutar de una corrida potable ni hacer un paseíllo en plaza capaz de relanzar su carrera. Y también hay algunos que siendo sumamente nuevos en la profesión nadie les echa cuentas, porque no han tenido la suerte de que los llevara una casa importante o un apoderado influyente, y no tuvieron otro remedio que jugárselo todo a una carta en Las Ventas con una corrida imposible, y como, naturalmente, no salieron con éxito de la aventura las empresas los han ignorado.
Lea el artículo completo en su Revista APLAUSOS
