Curro Vázquez lo vuelve a hacer. Si su debut en el campo del apoderamiento fue con Cayetano Rivera Ordóñez, a quien acompañó y forjó desde sus primeros pasos en el toreo hasta llegar a ser la figura que fue, ahora, cuando el dinástico torero se ha retirado, el maestro de Linares se ha fijado en el novillero mejicano Emiliano Osornio -como Emiliano quedaría más llamativo en los carteles y en el imaginario popular- para seguir impartiendo cátedra desde esa torería que atesora que es indeleble al tiempo.
Forjado en la escuela romántica de la familia Dominguín, en aquella universidad que fue la Chata, apelativo con el se conocía a la madrileña plaza de toros de Vista Alegre en el popular barrio de Carabanchel, ese Curro, digo, que dictó su última lección de templanza y señorial torería en el ya legendario festival que se celebró en la plaza de Las Ventas el día de la Hispanidad, ha vuelto a dar un paso más en favor de aquellos aprendizajes que priorizaban el romanticismo de las emociones y sentimientos sobre las finanzas, y ha puesto de nuevo su bien ganado prestigio de hombre del toro al servicio de una joven promesa renunciando a varias empresas mayores que le habían salido al encuentro.
Las motivaciones que argumenta el veterano taurino para haber dado el paso de hacerse cargo de este Emiliano venido de México, han sido dos: la primera, que le ha visto condiciones para destacar como torero de clase con valentía, templanza y personalidad, y, todo seguido, cuestión relevante para quien fue muy querido también en el país azteca en su etapa de torero en activo, porque piensa que puede contribuir a lanzar una figura con sello que se una a los esfuerzos que allí están haciendo quienes aman la fiesta brava ante los ataques de los animalistas y los políticos de nuevo cuño.
Como primer aval, esta joven promesa tiene haber impresionado gratamente ante la siempre exigente afición de Madrid, así como ser el ganador del prestigioso galardón Zapato de Oro de la reputada feria de novilladas de Arnedo, y además haber sido uno de los novilleros destacados de la temporada española. Lo que no es poco.

