En pocos meses su situación ha cambiado. La temporada recién concluida la iniciaba con el recuerdo todavía presente de una faena inolvidable en Madrid a un toro de Adolfo Martín. Y seguía en la lucha, escalando la montaña del toreo con una cima aparentemente inalcanzable para él. Pero este año ha llegado. Un rotundo triunfo en Bilbao, otro golpe en la mesa en Logroño y, de nuevo, el respeto renovado en Madrid llamaron la atención de la nueva entidad taurina, la FIT, para ser su apoderado. Sin embargo, asegura que el torero va a ser el mismo. Imposible cambiarlo. Sólo que, ahora, podrá ver el toreo desde una altura distinta. La ganada. Desde arriba, Diego Urdiales.
- “Soy el mismo salvo que cada año intento mejorar, aprovechar la madurez y torear más, aunque nunca he toreado mucho. 2015 ha sido mágico por la rotundidad de los triunfos”
- “¿La FIT? Aquí quien manda es el toro y lo que debo hacer es torearlo bien desde una posición en la que se me abren puertas que, anteriormente, no había forma de abrirlas”
“En Bilbao sentí cosas maravillosas delante de los toros. Me quité una losa de encima” - “Seguiré matando todo tipo de ganaderías. Con eso el aficionado puede estar tranquilo. Lo que voy a hacer es lo mismo que he hecho hasta ahora”
- “He conseguido cosas que ni imaginé, pero me quedan muchas cosas por lograr. Sobre todo llegar a ser el torero que siempre he soñado y creo que es posible. Todavía busco mucho más en mi forma de torear”
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