ENTREVISTA
Foto: Javier ArroyoFoto: Javier Arroyo

Alejandro Chicharro: “Cuando dejé a Jesús en la camilla no sabía si sería capaz de torear”

José Ignacio Galcerá
jueves 02 de mayo de 2024
El novillero de Miraflores de la Sierra relata el trance de llevar a su compañero gravemente herido a la enfermería y minutos después sobreponerse hasta alcanzar la gloria de la puerta grande

Cuando no hayan pasado aún ni veinticuatro horas de su puerta grande en Las Ventas, Alejandro Chicharro estará haciendo el paseíllo de nuevo esta tarde en Las Matas. Así que apenas ha podido saborear el primer gran triunfo de su carrera. Atiende la llamada de Aplausos todavía desde el hotel de Madrid, donde apura las horas recogiendo bártulos antes de salir hasta la pequeña localidad madrileña.

-¿A qué sabe una puerta grande en Las Ventas?

-Pues no lo sé muy bien, no tengo asimilado todavía lo que ocurrió ayer. Solo espero que me sirva de mucho, que me sirva para torear y entrar en las grandes ferias. Conociéndome, cuando me pare a pensar estoy seguro de que me sabrá a poco porque soy muy exigente, pero eso tiene su lado positivo y es que no me voy a conformar solo con una.

-De Madrid a Las Matas esta misma tarde.

-Es una oportunidad para reafirmar lo que sucedió en Las Ventas. No he mostrado ni un 25 % del torero que soy. En Madrid tendré la suerte de torear otra vez el 28 de mayo -está anunciado con la novillada de Guadaira junto a Pepe Luis Cirugeda y Lalo de María-. Tardes como la de hoy en Las Matas sirven para mantener los pies en la tierra. La puerta grande de Las Ventas dura solo un rato y esta tarde me tengo que volver a vestir de torero y tendré que seguir dando la cara; además, ahora lo tendré que hacer con la exigencia que se me va a medir después de este triunfo.

-¿Le dio tiempo a una pequeña celebración anoche?

-Lo celebré con mi cuadrilla y la gente que me quiere y está siempre ahí pero no se pudo alargar mucho porque hoy hay que torear.

Ganador el pasado verano del Circuito de Novilladas de la Comunidad de Madrid, Alejandro Chicharro volcó todos sus esfuerzos estos últimos meses en su preparación para la tarde de Las Ventas. La apuesta le salió bien a tenor del resultado de este miércoles. “Cualquier novillero que empieza sueña con torear en Las Ventas. Madrid era el primer gran reto de la temporada. Durante el invierno toda mi preparación ha sido para este día”, asegura.

Natural de Alejandro Chicharro este miércoles en Las Ventas. Foto: Javier Arroyo

-La tarde fue el resumen de lo que es el toreo: usted se llevó la gloria y su compañero Jesús Moreno rozó la tragedia.

-Ha sido una de las tardes más bonitas que he vivido porque no todos los días se abre la puerta grande de Las Ventas, pero también fue de las tardes más duras por el percance de Jesús. Ver cómo se le escapaba la vida por ese agujero me impactó, tener que usar mis propias manos para que no se desangrase me marcó y me marcará para siempre; cuando le dejé en la camilla, me miré las manos y me quedé en shock, por suerte llegó el maestro Abellán y me dijo una frase que me cambió el chip para el resto de la tarde: Esto es para hombres, para toreros, eso me hizo cambiar la mentalidad, porque en ese momento estaba blanco y no sabía si iba a ser capaz de ponerme donde hay que ponerse, que es precisamente donde se puso Jesús, donde uno se juega la vida y puede pasar lo que le pasó a él. Vivir el percance de Jesús en primera persona fue muy duro, pero tuve la capacidad de sobreponerme. En el primer novillo me quité los nervios, aunque me hubiera gustado que saliese en otro lugar porque creo que lo podría haber aprovechado más; y con el de Ángel Luis Peña sabía que tenía que ser sí o sí, era mi oportunidad y no podía permitirme llegar al hotel y tener la sensación de que me había dejado algo dentro y de que no había dado todo lo que podía dar.

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