MUSEO TAURINO
Copia realizada en el año 2000 del negativo original - Cano - Fotografía - 25 x 35 cm 1897Copia realizada en el año 2000 del negativo original - Cano - Fotografía - 25 x 35 cm 1897

Alternativa de Ricardo de Fabra en 1968

martes 19 de julio de 2011

Bilbiografía:

BAEZA, C., Plaza de toros de Valencia: El espacio y sus personajes, Diputación de Valencia. Area de Cultura, Valencia, 2000, p. 72.

SOBRINO, V. Memoria de Luces: 50 años de historia de la plaza de toros de Valencia, Avance D. P., Valencia, 2000, p. 89, 237.

Crónicas Taurinas:

Dígame, 12 de marzo 1968, pág. 17.

Dígame, 19 de marzo de 1968, pág. 25.

Exposiciones:

El Espacio y sus Personajes. Museo Taurino Valencia. Diputación de Valencia, 2000

La inauguración de la remodelada plaza de toros de Valencia en 1968 debía coincidir con un evento de primera categoría. Para la ocasión se tuvo en cuenta la popularidad creciente del valenciano Ricardo de Fabra Esteve (Alcácer, 17 de septiembre de 1945). Su trabajo como novillero en la línea de la ortodoxia y la seriedad, con un valor natural y un afán por hacer las cosas bien, propiciaron su alternativa.

Ya había debutado como novillero en plazas de primera categoría como las de Valencia, Las Ventas, La Maestranza… Y con destacadas actuaciones. El momento de la alternativa le llegó en el año 1968. Primer festejo de fallas, buena entrada en las gradas, toros de Galache para los toreros Julio Aparicio, que actuaría de padrino, Diego Puerta de testigo y Ricardo de Fabra. A su primer toro, de nombre Rondeño, le realizó una faena excelente, con pases naturales por ambos pitones. Le cortó una oreja y acabó saliendo a hombros entre el clamor popular. Los compañeros de tarde tampoco deslucieron, y aunque sin llevarse premio, consiguieron la ovación cerrada de la plaza, que despidió a Aparicio de pie y tras vuelta al ruedo.

Fabra confirmó alternativa ese mismo año, en la Feria de San Isidro el 12 de mayo. Durante unos años estuvo bien situado en el escalafón, pero a partir de 1973 vio decaer su carrera. En1983 se despidió de los ruedos en Valencia, en la corrida de la Virgen de los Desamparados, el 15 de mayo. Compartían cartel con él, El Soro y Emilio Muñoz, que le cortó la coleta, entre la emoción del público presente.

(MCL)

 

Toro Lengüeto

Bibliografía:

ANÓNIMO. Reseña histórica guía del visitante Museo Taurino, Imprenta Ortega, Valencia,1929, pág. 42; ed.1944, p. 37; ed. 1947, p. 53; ed. 1951, p.51

ANÓNIMO. Museo Taurino de Valencia, Imprenta Provincial de Valencia, Valencia,1970, nº 63

SERRANO. M. Guía – Catálogo Museo Taurino, Diputación de Valencia, Valencia,1990, p.28

SOBRINO, V: Julio Aparici Fabrilo. Col. Los grandes maestros del toreo valenciano, Diputación de Valencia, Valencia, 2000

Crónicas taurinas:

La Lidia. Revista Taurina Ilustrada, 31 de mayo de 1897, p. 4

La Lidia. Revista Taurina Ilustrada, 4 de junio de 1897, p. 3

 

El día de la festividad de la Asunción, el jueves 27 de mayo de 1897, torearon los matadores Julio Aparici Fabrilo y Antonio Reverte en la plaza de toros de Valencia. Era la tercera temporada en la que participaba Fabrilo y la primera del año en su ciudad.

El quinto toro de la tarde, Lengüeto, de la ganadería de Don José María de la Cámara de Sevilla, con divisa blanca y negra, causó la muerte al popular matador Fabrilo.

Julio Aparici había realizado un buen espectáculo. Estuvo valiente y voluntarioso hasta que Lengüeto, cárdeno, salpicado y astifino, salió al ruedo. Después de un primer tercio en que la res había causado la muerte a dos caballos, el público pidió con insistencia que los espadas se encargasen de banderillear al toro. Reverte rechazó el ofrecimiento en rotundo y, a pesar de la negativa inicial de Julio Aparici, finalmente optó por ejecutar el tercio para atender las exigencias del público. Según un artículo, publicado en La Lidia el 4 de junio de 1897, el toro no reunía las condiciones necesarias para poder efectuar con lucimiento la suerte.

Al salir a clavar el primer par de banderillas, Fabrilo recibió una cornada en la ingle izquierda. Unos días más tarde, el 30 de mayo a las cuatro de la tarde, murió en su residencia por complicaciones; un fragmento de la taleguilla incrustada en la herida le había causado una peritonitis. Fabrilo, torero elegante, de gran arrojo y valentía, había muerto ejecutando la suerte que más dominaba.

(PPF)

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