Comienza la cuenta atrás para que rompa el primer paseíllo de la Feria de San Isidro 2023. Un cartel que contará con la presencia de Julián López “El Juli” y Roca Rey, quienes actuarán como padrino y testigo en la alternativa de Álvaro Alarcón. Una tarde de máximo interés que contará con la divisa de La Quinta para redondear una cartel que ya colgó el cartel de “No hay billetes” semanas atrás. El joven toledano ha disipado todas las dudas acerca de su presencia tras el percance sufrido en su despedida de Madrid como novillero. En contra del criterio de los médicos, se doctorará en la plaza de toros de Las Ventas.
-Lo primero de todo: ¿cómo estás?
-Me encuentro muy ilusionado y contento. A pesar de las circunstancias, con la ilusión por las nubes y soñando despierto.
-Este lunes te probaste en el campo para tomar una decisión que finalmente fue positiva.
-Por muy mal que se hubiese dado, la decisión estaba tomada. Es un día muy importante para mí, ya no sólo porque tomo la alternativa, sino por las dos grandes figuras del toreo con las que comparto cartel, la prestigiosa ganadería y por ser la plaza más importante del mundo. Físicamente me encuentro bien y la ilusión, las ganas y el querer pueden con todo; con cualquier dolor y con cualquier circunstancia.
-Una decisión, la de torear, que va en contra del criterio de los médicos…
-Los médicos tras el percance me dieron tres meses y medio de recuperación… y a día de hoy lo siguen manteniendo. Hoy tengo un estudio radiológico para ver sí ya han terminado de soldar las costillas o si existe algún tipo de callo óseo, pero voy a tomar la alternativa en Madrid. El día que se me ocurrió manifestar a los médicos la intención de estar el día 10 en Madrid… les pareció una auténtica locura y me dijeron que era impensable. A día de hoy, a pesar de sus recomendaciones, he tomado la decisión de estar en Madrid.
-Volviendo la vista atrás, ¿merecía la pena el riesgo de torear en Madrid para despedirse de su afición como novillero?
-Madrid siempre merece la pena. Lo primero que merece es el vestirse de torero porque es un privilegio con los tiempos que corren, con lo difícil que están las novilladas y lo poco que se torea. Después ya, si es en la plaza de toros de Madrid, pues aún más. A pesar de que no saliesen las cosas y que sobreviniese el percance, estoy orgulloso. Tranquilo y orgulloso porque me entregué y el toro es así, a veces puede salir cruz.
-Estás a escasas horas de tomar la alternativa en la Feria de San Isidro en un cartel de lujo. Suena a grande.
-Como decía antes es un sueño. Un sueño que está ya muy cerca de hacerse realidad y que tiene todos los alicientes: la primera plaza del mundo, dos grandes figuras del toreo y con una ganadería con el prestigio de La Quinta a la que los triunfos la avalan.
-Con el salto de escalafón, llega el momento de apretar aún más si cabe. El Juli y Roca Rey en el cartel… ¿te ves llevándote la tarde?
-Yo voy a Madrid a dar mi mejor versión y a competir con ellos. Espero poder dar el máximo, aprovechar el cartucho de mi alternativa porque es la única tarde que tengo y darlo todo. Quiero volver al hotel y sentirme satisfecho conmigo mismo.
-El final y el comienzo de año fue convulso en lo que se refiere a su equipo de apoderamiento. ¿En qué situación se encuentra? ¿Qué pasó?
-Estoy sin apoderados. Es verdad que hubo cambios, pero como digo, ahora mismo estoy solo. Como te decía antes, no tengo apoderado y no tengo nada por delante después de mi alternativa, pero hay que ser optimista y ojalá, como se suele decir, pueda darle la vuelta a la tortilla.
-¿Qué podemos esperar de la versión de Álvaro Alarcón como matador de toros?
-Creo que la palabra es ilusión. Sueño y lucho por ilusionar al aficionado, que es el que se sienta y paga una entrada. Creo que llevar gente a las plazas, sobre todo en la época que vivimos, es algo muy complicado y aunque soy consciente de la dificultad, es una de las cosas que me ilusionan.
-Eres el primero de una nueva generación de jóvenes toreros en tomar la alternativa. Una nueva hornada de nombres que han generado ilusión durante su etapa con picadores y en la que se ha visto rivalidad en los ruedos.
-La verdad que sí que creo que existe esa rivalidad que, por otra parte, pienso que es muy buena para la tauromaquia. A mí me gusta y es muy necesaria como digo, porque pone emoción de cara al público y también para nosotros mismos. Que exista esa competencia nos impulsa a que cada uno, con nuestras armas, tratemos de dar el máximo y demostrar de lo que somos capaces.
