su trayectoria
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Álvaro Domecq, un innovador del toreo a caballo

Redacción APLAUSOS
martes 18 de noviembre de 2025
Introdujo en España la corrida de cuatro rejoneadores, celebrada en Jerez por primera vez, y formó parte de una época dorada del rejoneo, siendo uno de los integrantes del famoso cartel de “Los cuatro jinetes del apoteosis”

Álvaro Domecq Romero recogió el testigo de su padre, Álvaro Domecq y Díez, primero como rejoneador y después al frente de la ganadería de Torrestrella. Conocido popularmente como Alvarito, su afición al caballo comenzó desde muy niño. A los 12 años debutó en público por primera vez, fue en Tarifa en el transcurso de un festival organizado por su tío, el ganadero Juan Pedro Domecq, a beneficio de la Asociación Gaditana de Caridad. Desde entonces comenzó una carrera ascendente, forjada en los numerosos festivales benéficos en los que participaba.

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Tomó la alternativa como rejoneador a los 20 años de manos de su padre. Fue el día 31 de agosto de 1960, en El Puerto de Santa María, donde recibió la alternativa a la usanza portuguesa, de manos de su padre, en presencia de diestros tan relevantes como Luis Miguel Dominguín, Diego Puerta y Paco Camino. Fue un innovador en el rejoneo, pues introdujo en España la corrida de cuatro rejoneadores, celebrada en Jerez de la Frontera por primera vez.

Tras una primera retirada a finales de los años 60, volvió poco tiempo después. En 1971, a raíz de la generalización de las llamadas corridas del noble arte del rejoneo, en las que sólo intervenían jinetes, a diferencia de lo que hasta entonces venía siendo habitual, que era la mera presencia de un rejoneador en un cartel de matadores de a pie, Álvaro Domecq Romero se lanzó a una frenética firma de contratos que le llevaron a hacer temporadas muy extensas y a consolidarse como una gran figura del toreo a caballo.

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Formó parte de una época dorada del rejoneo, siendo uno de los integrantes del famoso cartel de "Los cuatro jinetes del apoteosis", que completaban Ángel y Rafael Peralta, y José Samuel Lupi. Uno de sus caballos más importantes fue Opus 72, que conectó mucho con los públicos.

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El día 12 de octubre de 1985, en la plaza de toros de su Jerez de la Frontera natal, Álvaro Domecq Romero hizo el paseíllo para despedirse del toreo a caballo ante sus propios paisanos y rodeado de todas las figuras más destacadas del rejoneo. Solo volvió a los ruedos para conceder la alternativa y confirmársela después en Las Ventas, a sus sobrinos Luis y Antonio Domecq.

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