OBITUARIO
Antonio Fernández, el segundo por la izquierda.Antonio Fernández, el segundo por la izquierda.

Antonio Fernández Casado y sus libros

Pedro Mari Azofra
lunes 05 de julio de 2021

El pasado día 28 me envió un mail Antonio Fernández Casado diciendo que el 27 me envió la II edición de “Toreros de Hierro”. Los días 29 y 30 hablamos por teléfono para aclarar algún detalle, ya que escribí el texto que viene a continuación a raíz de su última publicación. El día 1, según esquela de El País, y el 2, según El Correo, falleció Antonio Fernández, que no me hace mover una coma de lo escrito. Se ha ido un hombre que ha dejado rastro y obra taurina. Lo de parlanchines y cobistas es otra historia.

Antonio Fernández Casado nació en 1949 en un pueblecito vallisoletano regado por el río Esgueva. De chico llegó a Santurce y se enamoró del toreo viendo los festejos que se organizaban en una plaza portátil detrás del puerto pesquero. Se inició laboralmente en la cafetería Monterrey de Gran Vía de Diego López de Haro. De ahí su nombre en los carteles: Antonio de Monterrey, que en los inicios fue Niño de Monterrey. Era un lugar con muy buen ambiente taurino y allí debieron orientarlo para iniciarse como becerrista a muy temprana edad. Su primer paseíllo fue en la plaza del Puerto Viejo de Algorta donde estoqueó un novillo, “del país”, alternando con Juan Astorqui “Cocherito de Bilbao II” y Ángel Hernández “El Bache”. Astorqui remató su vida taurina como mozo de espadas y repartidor de publicidad taurina en Bilbao. El Bache, también conocido como El Casta, se instaló en Calahorra y toreó de subalterno festejos con los toreros riojanos y otros en las décadas finales del siglo pasado.

Tuvo Antonio la oportunidad, varios inviernos, de asentarse en la zona de La Fuente de San Esteban, en Salamanca, donde compartió faenas camperas orientado por Paco Pallarés, luego Paco Fuentes, Julio Robles “Minuto”, Juan José y el leonés Avelino Abajo de la Fuente, algo mayor que los citados y que tomó la alternativa a mediados de los setenta en México y luego en León, con Paquirri y Manzanares, y se la confirmó Pascual Mezquita en Madrid.

El 11 de junio del 67 vistió sus primer traje de luces en Castro Urdiales, Santander, con un festejo de noveles: El Bache,  Laureano Estrella, Joselito Rey, Manuel García Fuente y Luciano Méndez “Chico de Benidorm”. Novillos de Caminero Hermanos de Carrión de los Condes, Palencia. Por el año 68 toreó un festejo de noveles en Vista Alegre, Bilbao, y estoqueó un novillo de Julio Jiménez, de Fuentesaúco, Zamora, alternando con Jesús Souto “El Galleguito”, Julián Alaña Pinedo, Luis Miguel Busto “El Rubio”, Juan Moreno y Antonio Borreguero.

El 27 de julio de 1969 toreó en Sopuerta, con Bartolomé Sánchez Coloma, novillos salmantinos de Diego Rivas, con cuajo y astifinos, y volvió a la plaza el 26 de julio, un año después, alternando con Antonio Cano y con novillos de Julio Jiménez. Este mismo año mató erales en Carranza alternando con Vicente Montes y en la plaza de Fitero, Navarra, salió a hombros alternando mano a mano con Manolo Rubio y con reses de Policarpo Rivas. El 8 de mayo de 1980 estoqueó una novillada fuerte en Orduña alternando con César González, la rejoneadora Lolita Muñoz y Chuchín Llarena. Novillos de Luís Sánchez Urbina “Sepúlveda de Yeltes”.

Repitió en Vista Alegre el día del debut de Pedro Gutiérrez Moya “Niño de la Capea”, el 16 de mayo de 1970. Completaba la terna Vicente Montes, que lidiaron novillos de Julio Jiménez. El Capea había nacido en el 53 pero vestido de blanco parecía un chiquillo y al momento se hizo con el público, por estampa y por cualidades positivas. La cuadrilla de El Capea fue: Julio Ramos, Victoriano Lafuente y el bilbaíno José Luis González. Este mismo año toreó Antonio de Monterrey el 15 de agosto, en Deba, Guipúzcoa, mano a mano con Javier Morales. Se enfrentaron a novillos de José Laparte, de Marcilla, Navarra, obtuvo tres orejas y salió a hombros y con una cornada en el cuello.

Toreó en algunos pueblos de Salamanca, Navarra y La Rioja (Cenicero), Bizkaia, Balmaseda, Ibarra, Villavieja de Yeltes, Cubo de Vino (Zamora), Navas Frías, en la raya de Portugal… Tras cinco años en activo consideró que ni aumentaban los contratos, ni la categoría de las plazas, ni el progreso en la profesión y colgó los trastos con 21 años.

En sus temporadas de novillero fue apoyado por los taurinos de más prestigio en Bilbao: Esteban Macazaga, presidente del Club Cocherito, Luis Gana, arquitecto de la plaza de Vista Alegre, Dionisio Álvarez, ex presidente del Cocherito e impresor, Carmelo Sánchez Pando, ex presidente del Cocherito y luego presidente de Vista Alegre, Julián Urquiza, Dionisio Lasa, propietario del bar Monterrey, Félix Inchaurraga, Ignacio Arana, Ignacio Celaya y el gran pintor y novillero García Campos, que ejercía de apoderado.

Es de los pocos, entre miles, toreros que recuerdan agradecidos a quienes les ayudaron en los principios que, en general, están plagados de capítulos mendicantes y apoyos desinteresados.

Fernández Casado, especializado en Tauromaquia y Hostelería, nos dejó crónicas en El País, Agencia EFE, 6Toros6, revistas de diversas entidades, el diario Bilbao…, pertenece a la Sociedad Bascongada de Amigos del País, al Consejo Vasco de Turismo y fue desde el 2014 presidente unos años del Club Cocherito tratando de establecer un aire crítico, consultivo y serio sobre las programaciones taurinas en la plaza de Vista Alegre. Concretando: quiso mejorar diversos aspectos que se critican a nivel de barra de bar y tertulia de tesis pero que los que pueden influir en mejorarlos no dan la cara por hacerlo y se “dejan querer”.

Entiendo, por convencimiento, que Antonio Fernández Casado es en la actualidad el taurino más importante, en el aspecto cultural, del País Vasco y de muchos países o similares.

Antonio, con Agustín, fueron el alma y motor que dieron vida a la Semana Grande de Bilbao y convirtieron el hotel Ercilla en el centro de las Corridas Generales. El Ercilla fue durante décadas la cita taurina de la ciudad durante las fiestas. Allí se concentraba el taurinismo, se organizaban tertulias, también de teatro, se vestían los matadores de toros y sus cuadrillas y allí tuve la suerte de conocer a Antonio de Monterrey que posteriormente gerenció la cadena hotelera Tryp del riojano y ganadero de bravo Antonio Briones.

Antonio, después, creó su empresa hostelera High Tech con unos compañeros, pero no ha dejado de escribir y documentar temas relacionados con el toreo y esencialmente referidos al País Vasco.

Acaba de reeditar Toreros de Hierro (Diccionario de toreros vizcaínos), edición revisada y ampliada. Escribió el libro Cocherito de Bilbao, Diccionario taurino guipuzcoano, Zacarías Lecumberri, Plazas de toros vizcaínas, Manolete de paso por Bilbao, Miura, el toro de Bilbao, Doctor Jacinto Segovia Caballero, ilustre cirujano de la plaza de toros de Madrid y otras más. Alguno que se me habrá escapado y otros como Garapullos por Máuseres y varios referentes al tema de hospedaje, hostelería y similares. Todos con documentación y fundamento.

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