Antonio Ferrera, importante en El Puerto de Santa María

GALERÍA FOTOGRÁFICA DE EVA MORALES

Fotos: Eva Morales

Juan José Padilla fue silenciado con el primero, un toro soso y distraído que tan sólo se tragó las dos primeras series de la faena del torero jerezano. Muy condicionado por el viento, Padilla, que compartió banderillas con Ferrera, tiró por la calle de en 
medio en una labor de escaso relieve. En cuarto lugar salió un toro con movilidad y transmisión. De encastada embestida. Tuvo su importancia el toro y Padilla supo entender el buen pitón derecho del animal en varias series con limpieza y buen trazo. La segunda parte de la faena tiró de recursos con varios circulares invertidos antes de dejar una estocada casi entera. Oreja.

El segundo fue un toro bravo que no se pudo ver en toda su dimensión por el fuerte vendaval que sopla en la ciudad gaditana. No lo pudo sacar a los medios el extremeño que cuajó una faena muy entregada, de enorme exposición en la que toreó con sometimiento y ajuste al fuenteymbro. A la hora de entrar a matar se volcó con todas las de la ley saliendo de la suerte con un fuerte golpe del que se duele. El quinto fue otro toro con movilidad y transmisión, que embistió con codicia y que se arrancó con alegría al caballo. Galopó en el segundo tercio, volteando al banderillero Juan Carlos de Alba y provocándole un varetazo en el muslo derecho. Notable con los rehiletes el extremeño. Le bajó la mano Ferrera, que hilvanó una faena valiente, torera, firme y entregada. Valor y capacidad. Importante Ferrera que se dejó el triunfo tras fallar con los aceros.

El tercero embistió con la cara alta y sin demasiada entrega y ante él El Cid dejó una faena con altibajos en la que terminó siendo silenciado. El sexto fue un toro reservón pero que metía bien la cara cuando lo hacía. El torero de Salteras no se acopló con el toro en una faena breve en la que fue silenciado.

El Puerto de Santa María, domingo 17 de agosto. Toros de Fuente Ymbro, bien presentados y bien armados. El segundo, bravo. Encastado, con movilidad y transmisión el cuarto. El quinto, bueno, bravo, con transmisión y codicia. Juan José Padilla: Silencio tras aviso y oreja; Antonio Ferrera: Oreja y vuelta al ruedo tras petición y aviso; El Cid: Silencio en ambos. Entrada: Un cuarto.

Acceda a la versión completa del contenido