(Foto: Tadeo Alcina)GALERÍA FOTOGRÁFICA DE TADEO ALCINA DEL FESTEJO
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La espada dejó sin premio una tarde de Talavante en la que en conjunto, estuvo repleta de pundonor y capacidad. Brindó la faena del segundo de la tarde a Joaquín Sabina, presente en un burladero del callejón. El extremeño aguantó muy bien la adormecida embestida de su oponente, que supo pulsear muy bien. Hubo pasajes de muletazos con la mano muy baja, encajado de riñones y sintiéndose, llevando a cámara lenta la embestida del toro. Faena de detalles de un Talavante muy firme en una actuación en la que el único pero lo encontró en la tizona.
Alejandro se impuso con mando al quinto toro de la tarde, un ejemplar complicado, exigente y áspero. Se defendió el toro más que atacó. El torero extremeño estuvo siempre muy firme, toreando con la mano muy baja y sacando en todo momento recursos técnicos para imponerse. Muy bien el torero, por encima del toro, en una faena de más entrega que brillantez. Tampoco estuvo acertado con la espada.
El marcador de la tarde y de la Temporada Grande lo inauguró Arturo Macías. El primero fue un toro con clase pero con muy poca fuerza al que el torero de Aguascalientes tuvo que sujetar entre algodones. Macías se mostró siempre por encima del animal, al que midió y templó muy bien, con un final de faena que sí tuvo calado en el público por su variedad, intercalando alguna arrucina con un cambiado por la espalda. Acabó con manoletinas. Ya con el capote se acopló bien tanto en las verónicas de recibo como en un quite por saltilleras abrochadas con una brionesa. Mató de una buena estocada arriba. Oreja por una faena justa, medida e inteligente.
Aunque no resultó limpió, el quite con el capote de Arturo Macías al cuarto combinó la tafallera con la caleserina y la brionesa. Brindó su faena a Joaquín Sabina. El diestro hidrocálido se las tuvo que ver con un astado complicado, que desarrolló genio, siempre sabía lo que se dejaba detrás y nunca se entregó en la muleta. Toro con peligro que no dejó a Macías poder rematar su actuación.
El Payo se reencontró con la afición mexicana ofreciendo la mejor versión de su toreo. Gran tarde de Octavio al que la espada le privó de la puerta grande. El tercero fue un gran toro de Barralva que galopó, humilló y repitió con nobleza tras los engaños de El Payo, que supo entenderlo bien. Octavio García llevó siempre la embestida muy toreada de principio a fin. Largura, mano baja y mucho poder en los muletazos. El toro respondió con casta y motor y nunca se amilanó, repitiendo incansable y con boyantía por ambos pitones. Perdió toda posibilidad de premio con la espada, donde pinchó en varias ocasiones antes de dejar una estocada contraria. El toro, “Cachetón”, nº 106, 515 kilos, fue premiado con el arrastre lento.
Joaquín Sabina también recibió el brindis de El Payo, en el sexto de la tarde. Al de Barralva le faltó fuerza, aunque tuvo muy buena condición, embistiendo muy humillado y templado, lo que permitió a Octavio desplegar todo su repertorio. Hasta que se le acabó el gas al toro, El payo supo sacar pasajes de muy buena calidad. Gustaron mucho algunos muletazos que dio con una despaciosidad inverosímil. Faena de gran solvencia de un Payo que ofreció su mejor versión. Mató al segundo golpe de verduguillo.
México DF (México), domingo 4 de noviembre de 2012. Toros de Barralva, 1º) Flojo, 2º) Apagado, 3º) Bravo y noble, 4º) Peligroso, 5º) Áspero y 6º) Boyante. ARTURO MACÍAS: Oreja y silencio; TALAVANTE: Palmas tras aviso y silencio; EL PAYO: Ovación y oreja. Entrada: Un tercio.
