ENTREVISTA

Borja Jiménez: “Mi madre siempre me decía: no te aburras y sigue, tienes algo muy grande que dar al toreo”

Maribel Pérez
lunes 09 de octubre de 2023
El torero sevillano habla para Aplausos el día después de la tarde que siempre soñó: salir a hombros de la plaza de toros de Las Ventas

Ya se lo decía su madre: “No te aburras y sigue, y sigue: tienes algo muy grande que dar al toreo”. Esas palabras cargadas de moral y simbolismo ayer domingo las verbalizó Borja Jiménez en el mejor escenario posible. Con una exigente corrida de Victorino Martín, que no regaló una sola embestida, el de Espartinas sacó a relucir su capacidad y hambre. Su tarde tiene muchas lecturas, varias reflexiones y una verdad incuestionable: llega para quedarse. El torero sevillano habla para Aplausos el día después de la tarde que siempre soñó.

-¿Soñó así la puerta grande alguna vez en Madrid?
-Lo he soñado muchos días, desde que me anunciaron con la de Victorino, cuajar un toro en Madrid y que el público se entregara, después de yo entregarme a los toros. Parte de lo que he soñado todos estos días atrás en los entrenamientos ayer pude sacar mucha parte de ello. Creo que fue una tarde muy importante para mí, en la que entré en la afición de Madrid, el público me respetó, vio mi entrega y se entregaron ellos a la vez conmigo. Y fue muy bonito. Fue una tarde… vamos, increíble…

-Tras varios años en la profesión, toreando una o dos al año, ¿cuánto sacrificio hay detrás hasta lograr esta puerta grande?
-Hay mucho… Hay muchísimas horas de entrenamiento, muchísimas horas de pensar, de entrenar y que luego no te pongan en ningún sitio. Llevo varios años en la profesión y en estos últimos seis años he toreado una o dos corridas al año, incluso hubo un año que no toreé ninguna. Y seguía entrenando, y entrenando, y haciendo mucho campo, que gracias a Dios he tenido la suerte de que los ganaderos siempre me han tratado muy bien y me han echado muchos animales.

Y por todo eso hay mucho sacrificio detrás. Es verdad que no está siendo un camino nada fácil pero al final cuando uno se dedica al 100 % al toro y está las veinticuatro horas del día pensando en la profesión y dedicándote solo a entrenar, al final tienen que salir las cosas. También he tenido la suerte de que el año pasado di con Julián Guerra, que me ha aportado muchísimo en mi carrera, me ha hecho evolucionar de una manera muy rápida en muy poco tiempo y parte de este triunfo se lo debo mucho a él.

“Hay mucho sacrificio detrás de esta puerta grande. Muchísimas horas de entrenamiento, muchísimas horas de pensar, de entrenar y que no te pongan en ningún sitio”

-¿Pensó en tirar la toalla alguna vez?
-Siempre he tenido muy claro el camino que quería llevar en mi carrera. Sí es verdad que al ver tantos años que prácticamente no se torea, pues muchas veces te hace pensar y te hace dudar sobre tu futuro en la profesión pero sí es verdad, que eso lo tengo que decir, que en los momentos de duda ahí han estado mis padres diciéndome que tirara p´alante. Y mi madre, que no es aficionada, siempre me decía algo muy bonito: “Tienes algo que dar al toreo muy grande. No te aburras, y sigue y sigue”. Y gracias también a ese apoyo, fue lo que me hizo tirar para adelante, decir que no me aburro, que tenía muy claro mi camino en el toreo y lo que quería buscar y gracias a Dios, poquito a poco, me he visto recompensado.

“Madrid ayer rugió como rugió porque me puse de verdad con los tres victorinos. La clave principal fue la entrega”

-¿Cuáles fueron las claves de la tarde?
-La clave principal fue la entrega, ponerme de verdad con los toros. Fueron tres toros muy distintos, pero que había que ir haciéndolos poco a poco, que le tenía que ir dando su tiempo a los toros. Era fundamental una colocación muy buena delante de ellos, con los toques muy precisos y una vez que le fui cogiendo el pulso, a raíz de las dos primeras tandas para adelante, y en los tres pasó igual, que cuando ya pude apretar al toro, cuando ya lo tenía totalmente dominado, fue ahí cuando se entregó el público conmigo. Y sobre todo Madrid ayer rugió como rugió porque me puse de verdad con los toros y con mucha entrega.

-Era tu primera corrida de Victorino. ¿Quién te dio el mejor consejo, Julián Guerra, el maestro Espartaco…?
-El mejor consejo al final fue el de Julián, en los entrenamientos del día a día, y también tengo que agradecer a Victorino que nos abrió las puertas de su casa durante este último mes, y hemos ido varias veces a entrenar allí. Me ha explicado mucho su encaste y cómo hay que tratarlo para que los toros rompan para adelante. Julián y yo hemos estudiado mucho la ganadería con esos consejos que nos dio Victorino y los momentos en que se le pueden apretar a los toros, los momentos en que hay que llevarlos para adelante, y los momentos que con la muleta tienes que tirar de ellos para atrás para que aquello ruja y así lo hicimos. Y después también, pues el maestro Espartaco lógicamente, me da también muchos consejos de todo este tipo de embestidas y sobre todo de la entrega que hay que tener delante de estos animales.

-¿Y cuáles fueron sus palabras después de triunfar en Madrid?
-Las palabras tanto de Julián como del maestro Espartaco ayer eran de que estaban muy orgullosos de lo que habíamos conseguido. Al final ha sido una lucha durante este año de muchísimas horas de entrenamiento, de muchísima preparación y mira por dónde que en donde más me lo han recompensado ha sido en Madrid, en la primera plaza del mundo. Entonces, aparte de correcciones técnicas que había que seguir haciendo y para el próximo día para que me vean mejor, pero lo que me transmitieron era el orgullo que sentían de haber tirado para adelante como lo pude hacer.

-¿Cree que que va a ser torero de Madrid?
-Eso me encantaría. Ser torero de Madrid. Las tres tardes que he estado este año en Madrid el público me ha tratado con muchísimo respeto, desde el día de la confirmación, el 9 de abril. Después, el 16 de julio que estuve a punto de también de abrir la puerta grande, que la espada me lo privó. Y ayer, que fue algo especial de cómo sonó Madrid en los tres toros que toreé. Y lo que ahora está en mi mano es seguir preparándome para que cuando me vuelvan a ver pueda ser torero de Madrid.

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