BENLLOCH EN LAS PROVINCIAS

“Burdiel demostró en Valencia que tiene torería, cualidad que no se aprende, y un destacado sentido del temple”

José Luis Benlloch
lunes 10 de octubre de 2022
El buen ambiente en los tendidos fue otra nota a rescatar de la tarde, detalle que hace pensar que la empresa debería apostar a mayores en fechas tan valencianas

Un nombre propio en la novillada del Día de la Comunidad, Álvaro Burdiel, apunten el nombre: tiene torería, cualidad que no se aprende; un destacado sentido del temple como se vio en el tercero de la tarde; tiene también decisión novilleril, lo que tanto se necesita cuando las circunstancias -incluyo el oponente- no son favorables; y tiene el aval de un maestro, José Ortega Cano, que digo yo que por algo será… Por todo eso cortó dos orejas y se lo llevaron en hombros por la puerta grande, logro que le debería suponer un pasaporte para las Fallas.

No fue el único protagonista de la tarde, Miguelito, de Campanar, estuvo muy animoso, mejor en el primero que en su segundo, y Diego García apuntó cosas buenas, entre ellas la firmeza y un evidente oficio. Y en este esbozo de lo que fue lo más destacado de la tarde, hay que reseñar la presentación de los novillos, casi excesiva para lo que se necesita en estos festejos y gusta en Valencia, con el hierro de El Tajo y de Martín Arranz, con tres primeros de muy buena condición; el buen ambiente en los tendidos fue otra nota a rescatar, detalle que hace pensar que la empresa debería apostar a mayores en fechas tan valencianas y tan alejadas de las temperaturas extremas de julio; y como es obligado en día tan señalado como el de este domingo, antes de romper filas las cuadrillas se interpretó el himno regional con el público puesto en pie.

En el primero de la tarde, más bueno que bonito, apareció el mejor Miguelito que se ha visto en Valencia. Templó sobre la derecha y plasmó naturales de nivel. Un trincherazo postrero fue propio de gente importante. La monserga del helicóptero que no dejó de dar vueltas en las alturas a buen seguro que le robó unos cuantos oles. En su segundo, menos claro, al que recibió a porta gayola, no alcanzó el mismo nivel.

Diego García, a su precioso primer colorado, novillo de salida caliente, le aplicó saludo vistoso por verónicas. Luego lo toreó bien, fácil, si acaso demasiado pulcro, lo que restaba emoción. Lo despachó de una buena estocada. Su segundo se paró y la faena tuvo más apuesta que frutos.

Los lances de la tarde los firmó Álvaro Burdiel en su primero, aflamencado en la postura y pausado en el encuentro. Luego en la faena de muleta, dato importante, rompió la secuencia al uso de las faenas modernas intercalando chispazos muy interesantes e improvisaciones de mucho gusto. Monumental la estocada y justísima la oreja, incluso hubo méritos para más. En su segundo lució una faceta más novilleril, obligado estaba a ello para amarrar la puerta grande ante el novillo menos claro de todos. No volver la cara era obligado para quien quiere ser gente importante y no la volvió.

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