Ambiente de gala en Las Ventas. 20.139 espectadores llenaron prácticamente la monumental madrileña. Un hombre, un torero, frente a seis toros. De negro y plata, con el chaleco en oro el vestido. Emilio de Justo fue obligado a saludar al romper filas las cuadrillas.
Lanceó con hondura al santacoloma de Pallarés, cárdeno, serio y bien hecho que peleó en varas con espectacularidad. Magnífico tercio de banderillas, Revuelta con la capa, Chacón y Arruga, con los palos. Brindó De Justo a los cielos y arrancó la faena por naturales en los medios en justa correspondencia a la codicia del toro que no ponía las cosas fáciles. Más que bravo bravucón, se puso a la defensiva en el tramo final y le exigió mucho al torero que no se afligió en los momentos difíciles, al contrario, se vino arriba y puso la plaza boca abajo. Se entregó al matar y lo cogió de mala manera a cambio de una gran estocada. Gestos de mucho dolor. Fue llevado a la enfermería.
Emilio de Justo estaba siendo atendido por los doctores de una lesión en el cuello que le imposibilitó continuar con la lidia, de la que se hizo cargo el sobresaliente Álvaro de la Calle. La gente de confianza de Emilio de Justo salía de la enfermería con gestos de preocupación. El torero, tras una primera exploración, fue trasladado a un centro hospitalario de la capital para ser reconocido en profundidad. Emilio estuvo en todo momento consciente y todas las pruebas de movilidad que le practicaron en el interior de la enfermería fueron correctas, pero los médicos prefirieron trasladarlo a un centro hospitalario para descartar una lesión grave. Según el parte médico oficial, Emilio de Justo sufre un “traumatismo cervical severo pendiente de estudio radiológico. Pronóstico grave”.
El sobresaliente Álvaro de la Calle anduvo voluntarioso con el serio ejemplar de Domingo Hernández que tuvo buena condición. Parte del público no acabó de entender la difícil papeleta del diestro salmantino, que falló con el descabello.
El tercer toro, de Victorino Martín, cárdeno, bien armado, cumplidor en varas, llegó al último tercio con pocos poderes y abundante calidad. Embistió humillado y con temple en el tercio final. Álvaro de la Calle, que brindó al público, anduvo lo que en el toreo se calificó siempre de aseado. Volvió a mostrar tanta voluntad como las carencias que se desprenden de la falta de torear. Se demoró con las armas toricidas. Banderilleó con brillantez Morenito de Arles.
Larga de rodillas en el recibo al toro de Victoriano del Río que hizo cuarto, un cárdeno precioso, de excelente juego en varas en tres encuentros a los que acudió de largo al cite de Bernal, que estuvo a la altura. Excelente el quite por chicuelinas con el compás abierto del segundo sobresaliente de la tarde, el francés Jeremy Banti, al que dio réplica Álvaro de la Calle por el mismo palo. Brillantes en banderillas Andrés Revuelta y Jesús Arruga, excelente la brega de José Chacón, los tres se vieron obligados a saludar para corresponder a las ovaciones del público. Embistió en el último tercio con bravura y nobleza. Gran toro con el que Álvaro de la Calle se vino arriba y lo toreó con decisión, los altibajos técnicos lógicos y buen gusto. Los mejores momentos surgieron sobre la derecha en los inicios de la faena y en unos naturales finales. Lo mató de estocada corta ejecutada con buen estilo. Hubo petición de oreja y ovación para el matador y vuelta al ruedo para el toro de Victoriano, de nombre Duplicado.
Volvió a echar las rodillas al suelo al quinto en una larga de salida al de Palha, grandón, de nombre Santanero, que embistió desclasado y al que le dieron fuerte en varas. No fue toro fácil en un momento de la corrida en el que a Álvaro comenzaba a pesarle la tarde y aun así lo despachó con dignidad tras ser cogido al intentar la suerte suprema en un segundo envite.
De la Calle se fue a portagayola en el sexto de Parladé, de excelente juego, al que hizo faena de buen tono. No se le puede negar amor propio a Álvaro. Superó con gran dignidad la difícil papeleta de estoquear cinco toros en Madrid. Fue despedido con una fuerte ovación de un público que entendió la complicada coyuntura con la que se enfrentó el torero salmantino.
Madrid. Domingo, 10 de abril de 2022. Domingo de Ramos. Toros de Pallarés, Domingo Hernández, Victorino Martín, Victoriano del Río, Duplicado, número 145, nacido en 03/17, de 556 kilos, cárdeno salpicado, premiado con la vuelta al ruedo; Palha, Parladé. Emilio de Justo, como único espada, oreja en el único que estoqueó. El sobresaliente Álvaro de la Calle, palmas, silencio tras dos avisos, vuelta al ruedo tras petición, ovación con saludos y ovación con saludos. Entrada: 20.139 espectadores. Saludaron en el 1º José Chacón y Jesús Arruga. En el 4º, Andrés Revuelta y Jesús Arruga, y José Chacón por la brega, también saludaron.
