He querido esperar un poco a que se celebraran algunas corridas más para unirme a nuestro querido Rafael Comino en exponer la realidad del Covid-19 y los toros. Y esta no es otra que la constancia absoluta de que de las plazas de toros no ha salido ningún rebrote. Cuando han aparecido casos de coronavirus en discotecas, reuniones familiares, fiestas, playas… se han conocido y detectado con rapidez. Aún no conocemos ni uno solo en plazas de toros.
El asunto de la corrida de El Puerto de Santa María fue el detonante del endurecimiento de la normativa de la Junta de Andalucía… injustamente. Se nos tomó la temperatura a los cinco mil espectadores, se exigió la mascarilla, se anunció por megafonía continuamente que se respetaran las normas, se señalaron los asientos y se cumplió con el cincuenta por ciento de aforo… y esto es así porque ni de ahí ni de Huelva ni de Estepona ni de Fuengirola… ha salido ni un solo positivo, al menos que se conozca.
Sin embargo, siguen hostigándonos, como ha ocurrido en Alcalá de Henares, con una suspensión de ultimísima hora con todo lo que ello acarrea. Me lo decía El Fandi en Mérida: “Respetemos todas las normas pero lógicas, no como en Alcalá, suspendida de la noche a la mañana”. Hablando de Mérida, es cierto que nos atacan por todos lados, por eso debemos cuidar lo que se ofrece y me refiero al toro que sale -léase corrida de García Jiménez-, que dejó mucho que desear en su presentación, sobre todo ahora que hay tanto toro en el campo, y para colmo no sirvió.
Defendámonos de los que nos ponen el pie encima y cuidemos la imagen del toro y la Fiesta.
