Era de temer. Cuando el Diablo no sabe qué hacer, con el rabo mata moscas. Como en este país no hay problemas de ninguna clase, ahora, aprovechando la orquestación de Cataluña, los santones del oportunismo antitaurino madrileño se unen al movimiento abolicionista. El mundillo de los toros cometió el craso error de entrar al trapo del circo montado por los separatistas catalanes, en el Parlamento del Parque de la Ciudadela, y como aquel artificio concitó la atención de los medios de comunicación de todo el mundo, los taurófobos del foro han decidido dirigir los focos hacia su raquítica existencia.
Era de temer. Cuando el Diablo no sabe qué hacer, con el rabo mata moscas. Como en este país no hay problemas de ninguna clase, ahora, aprovechando la orquestación de Cataluña, los santones del oportunismo antitaurino madrileño se unen al movimiento abolicionista. El mundillo de los toros cometió el craso error de entrar al trapo del circo montado por los separatistas catalanes, en el Parlamento del Parque de la Ciudadela, y como aquel artificio concitó la atención de los medios de comunicación de todo el mundo, los taurófobos del foro han decidido dirigir los focos hacia su raquítica existencia.
Lea el artículo completo en su revista APLAUSOS